El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), José Manuel Ayesa, indicó en declaraciones a la agencia de noticas Efe que se trata de cartas del mes de mayo, y precisó que en las mismas se han elevado “de forma muy notable” las cantidades exigidas.
En este sentido señaló que la media está entre 120.000 y 180.000 euros, pero alguna llegó a la cifra de los 400.000.
Ayesa comentó asimismo que entre quienes recibieron una de estas cartas hay un chico de 14 años y la razón, según explicó, es que cuando se trata de la primera misiva de extorsión, la banda terrorista ETA la envía a dos personas, el destinatario y alguien de su familia “para asegurarse de que se recibe”, y para ello toma datos del censo sin saber exactamente quién es la segunda persona, salvo que coincide en dirección, apellidos o ambos.
El presidente de la patronal navarra ha reiterado por último su llamamiento a los afectados para que no cedan a esta extorsión, “sobre todo en la situación en la que está la banda terrorista”, y además aseguró que “cualquier aproximación a ellos es un error, porque lo interpretan como muestra de debilidad y te machacan”.
Unión del Pueblo Navarro, que ha condenado la última remesa de cartas de extorsión conocida ayer, afirmó que los empresarios son “un ejemplo de resistencia contra ETA”.
Tras mostrarlas su “solidaridad y apoyo”, el partido regionalista aseguró que “el tejido empresarial navarro no va a dejarse amedrentar por el chantaje de ETA”, que interpreta como “una muestra más de la debilidad de la banda terrorista”.
Unión del Pueblo Navarro (UPN) apeló de nuevo a la unidad “para acabar con esta lacra” y condenó “el vil modo de actuar y la cobardía de los terroristas, capaces de enviar misivas incluso a menores”, por lo que les advirtió de que “el único destino que les espera” es la cárcel.