El sanluqueño Fermín Parrado Corbalán desapareció el 17 de marzo del año 2018. Su familia sigue sin tener noticias de él. Desde que no se supo más de su paradero han pasado dos años y casi 8 menos. Hoy tendría tendría 53 años. Ha pasado el tiempo y la incertidumbre sigue y seguirá presente.
Es uno de los tres hijos de María del Carmen Corbalán Cervantes, que tiene 85 años y otras tres hijas. Una mujer mayor de 85 que vive desesperada y que no pierde la ilusión de encontrarle pero el tiempo pasa y esta circustancia corre en contra de todos los que quieren encontrarle, ojalá con vida.
A Fermín se le perdió el rastro en extrañas circunstancias. Es una persona muy conocida. En la decada de los 80 cantaba en la Orquesta Llamas. Siempre le gustó la música y era muy visible en lugares como la Calle Ancha y la Plaza del Cabildo. Es una persona que no pasaba desapercibida.
Residía sólo en una casa alquilida en la Calle Barrameda y cobraba una pensión muy pequeña. La Policía registró en su día su domicilio por si podía encontrar alguna pista. Toda su ropa permanecía en el interior.
Francisco, uno de sus hermanos, manifestaba que “mi madre es la que peor lo está pasando. Se lleva todos los días pensando en él pero van pasando los días y no sabemos que es lo que ha podido ocurrir. Siempre le gustó la música y recorrió mucho mundo porque estuvo en países como Francia, Inglatera y la República Dominicana. No sabemos si se ha querido quitar de en medio o quiere tener otra vida por ahí. Tenía mucho recorrido”.
Pendiente de la Policía
Francisco Parrado Corbalán está pendiente de lo que le pueda comunicar la Policía a su familia. Destaca que “no damos con él. Hay una persona que dice le vio hace más un año en Sanlúcar, concretamente en la zona del Cabo Noval, pero todo quedó ahí".
Son muchas las cábalas que se manejan: “No sabemos si a lo mejor puede estar en el extrajero. Hace tiempo que no nos comunican nada. Nos llegaron a decir que había aparecido una persona muerta en el Antiguo Asilo pero no era mi hermano”.
No deja de obviar que “lo peor que llevamos es la incertidumbre. Lleva mi sangre, es mi hermano. Mi madre lo único que quiere es que su hijo aparezca, Tiene esa pena marcada”.
No quiere perder la esperanza cuando dice que “seguimos teniendo las puertas abiertas para encontrarle”.
Añade que “también sospechamos que pueda haberse sido engañando y que alguien se lo haya podido llevar a algún lado. Desde que desapareció su cuenta bancaria no registra movimientos, algo que es llamativo. Fermín vivía solo, tenía su vida y no sabemos que es lo que ha podido ocurrir porque no sabemos nada de él. Para mi familia esta situación es un martirio chino porque por ejemplo mi madre está muy apenada, es sentimental y con cualquier recuerdo comienza a llorar. El anuncio de su desaparición llegó a toda España”.
Finaliza diciendo que “mi familia sigue pidiendo colaboración ciudadana para encontrar a Fermín. No podemos perder la ilusión de encontrarle”.
Es de complexión delgada y de piel morena. Su familia está viviendo un calvario desde que se le perdiera la vista el día 17 de marzo del año 2018. Las celebraciones desde entonces dejaron de tener sentido en esta familia sanluqueña y más en un año tan complicado como el 2020. Encontrarle sería el mejor regalo de Reyes.