Dos años han pasado desde aquella manifestación en la que la lucha feminista tuvo como grito casi unánime el “no es no”. Ahora, las calles de Sevilla se han vuelto a llenar, principalmente en dos manifestaciones, la del feminismo “radical”, porque va a la raíz, y la del feminismo “inclusivo”, “siempre”, en las que se han oído muchas más voces pero con el mismo tono reivindicativo. Y por supuesto, el mismo color, porque el violeta, el morado, ha sido el que ha dominado cualquiera de las movilizaciones del 8M.
La Ley Trans y la prostitución han sido algunos de los elementos que han separado a las convocantes de las dos manifestaciones, una desde la Torre Pelli hasta San Telmo y la otras desde Plaza Nueva a la Alameda, pero en todas se han escuchado, con matices, los mismos gritos reivindicativos por la igualdad, contra el patriarcado, contra el machismo en la justicia, a favor del aborto, de la libertad de elección, del mismo salario y contra los “chulos y proxenetas, a hacer puñetas”.
La tradicional, la que lleva años convocando el Movimiento Feminista de Sevilla, una plataforma que engloba a multitud de asociaciones del movimiento feminista, sindicatos y partidos, con los “tambores de guerra” en sus mentes ante la invasión en Ucrania, contiendas que siempre terminan haciendo retroceder los derechos y libertades de las mujeres, la manifestación partía con una clara reivindicación de “igualdad real y plenos derechos”, en un mundo en el que la alianza entre el capital y el patriarcado se está mostrando aún “más beligerante” y, además, “sin tapujos”.
De todas las edades
Con unos 15.000 asistentes, según la organización, su pancarta la llevaban quizás las más veteranas pero la diversidad de edades e incluso de simpatías era más que palpable cuando más avanzaba la manifestación. Las más jóvenes se desgañitaban e incluso hacían sentadas “por las que no están” mientras se alternaban con grupos casi familiares que seguían el recorrido, con los sindicatos mayoritarios, o las siete integrantes de una asociación del Cerro del Águila que, pese a su edad, eran las más activas en la protesta.
Si el PSOE traía a toda su plana mayor local, provincial y regional, con Antonio Muñoz, Javier Fernández, Mercedes Gámez y Noel López a la cabeza, el grupo más numeroso quizás en el centro de la protesta, cerraba la manifestación IU y PCE, aunque entre pancarta y pancarta de la veintena de asociaciones que participaron, la variedad de edades hace presagiar que al 8M, radical o inclusivo, le queda mucha vida reivindicativa por delante.
El manifiesto
“La lucha de las mujeres. Por un mundo feminista” se fue abriendo paso entre turistas y paseantes, viandantes que hacían posar a su perro ante la pancarta principal para hacerles la fotografía y ciclistas que tenían que bajarse a su paso, hasta que llegó a la Alameda, donde, además de Nani Carvajal y Charo Luque, dos jóvenes, Amelia Elías y Amanda Moreno Durán, “las nuevas generaciones”, leían un manifiesto en el que reivindicaban el feminismo como una herramienta “imprescindible” para la transformación de una sociedad “injusta y antidemocrática”.
“La igualdad no se negocia, es innegociable”, reivindicaban ante una sociedad sin paridad real y con igualdad para todas las mujeres, a la que exigen derechos universales para las inmigrantes, igualdad laboral y salarial; educación laica, pública y construida en valores de igualdad, un aborto fuera del Código Penal; la abolición de la prostitución, la pornografía o los vientres de alquiler; libertad sexual y sin prejuicios; denunciando no sólo la invisibilidad que sufre la mujer sino que “el género es una construcción social que nos oprime”, por lo que reprueban “cualquier política encaminada a otorgar privilegios normativos basados en roles o estereotipos sexistas”.
Feminismo Inclusivo
Mientras, la Asamblea Feminista Unitaria Sevilla celebraba su marcha desde la Torre Pelli a San Telmo, reuniendo a "unas 3.000 personas", según Subdelegación del Gobierno, junto a otros treinta grupos y organizaciones, bajo el lema "Feminismo Inclusivo ¡siempre!”.
Más animada y más vistosa que la del centro de la capital, casi los mismos lemas se han escuchado entre sus participantes entre los sones de la batucada que ha puesto ritmo a su marcha. Eso sí, han reivindicado y con voz más clara los derechos de lesbianas y trans, pero sobre todo, que son feministas e inclusivas.
Esta plataforma protagonizaba también una concentración en el Parlamento y una manifestación de estudiantes que ha discurrido entre Plaza Nueva y Las Setas durante la mañana, acciones que han convocado "a alrededor de 1.300 personas", según estas mimas fuentes.
La marcha sindical
Tampoco hay que olvidar la movilización sindical que se celebró por la mañana. Más de un millar de sindicalistas de CCOO y UGT Sevilla protagonizaba una manifestación por las calles de la capital con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, en la que han reclamado la igualdad plena y efectiva.
Ambos sindicatos partían, bajo la lluvia, desde las Setas de la Encarnación y Reyes Católicos y han confluido en la calle Rioja para finalizar en la Plaza Nueva para reivindicar medidas de conciliación, corresponsabilidad, empleo de calidad y el impulso de los planes de igualdad en las empresas como herramienta para corregir la brecha salarial.