El Sevilla sigue vivo en la competición copera tras eliminar al Alavés en Mendizorroza. El conjunto de Sampaoli estará presente en el bombo del sorteo de los cuartos de final de la Copa. De momento, este torneo sigue dando alegrías al sevillismo.

El equipo sevillista sigue sin mostrar su mejor versión. Ante el conjunto babazorro no fue capaz de controlar el encuentro en ningún momento. Ni si quiera pudo tener esa posesión que tanto valora Sampaoli.

Partido tras partido se está viendo cuál es el nivel real de este equipo. Ante uno de los favoritos para conseguir el ascenso a la Primera División, fue ligeramente superior. Por presupuesto tendría que haber pasado por encima del rival y demostrar que tuvo suerte en el sorteo, pero no fue capaz.

La victoria estuvo cimentada en las manos de Dmitrovic, que hizo varias paradas de mérito. El portero serbio tuvo mucho más trabajo que el guardameta del Alavés y confirmó que la portería es el único puesto en el que el Sevilla tiene dos futbolistas de solvencia.

También fue importante el trabajo de Sampaoli, no en el planteamiento del partido sino en su intervención en el mismo. Los cambios que hizo en la segunda mitad fueron determinantes para que Ivan Rakitic abriera el marcador poco después del descanso.

El gol puso de cara al partido para el Sevilla, que a pesar de dominar el marcador, sufrió y concedió ocasiones. Hasta el último instante el Alavés tuvo algunas opciones de meterse en la eliminatoria y forzar la prórroga.

El Sevilla tuvo que remangarse y trabajar mucho para lograr una victoria y pasar de ronda. Los de Jorge Sampaoli no se encontraron cómodos en ningún momento del partido pero cumplieron con los mínimos y se trajeron de Vitoria un valioso billete a los cuartos de final.