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Sevilla

Saber gestionar el presupuesto

Juan Espadas debería tirar más de su equipo porque tiene once concejales para desgastar

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El  nivel de ejecución presupuestaria de un Gobierno es el que acaba marcando su capacidad de gestión. Es sin duda un indicador objetivo de cómo se pueden solucionar los problemas en una ciudad.

Ayer el portavoz municipal socialista, Juan Espadas, denunció que el equipo de Zoido no ha ejecutado nada más que un veinte por ciento del presupuesto del 2012 y es ahí donde se definía la politíca del PP para Sevilla capital y sus barrios.

Son muchas las entidades que comienzan ya a desesperarse ante la falta de cumplimiento de los miles de compromisos que Zoido adquirió cuando era candidato.


Ahora se está demostrando que no todo vale para conseguir una Alcaldía que era una pieza de trofeo para los populares al precio que fuera, incluso el de la difamación de muchas personas.
La falta de ejecución presupuestaria cuando se cierran empresas como Sevilla Global o Giralda TV viene también a demostrar el afán privatizador de muchos servicios o simplemente el afan de hacerlos desaparecer por tratarse de herramientas de gestión del anterior gobierno socialista.

En el año 2011 se hizo una mala o nula gestión argumentando la tan traída y llevada herencia del equipo anterior, pero en el 2012 eso ya no vale.

Zoido está sufriendo una sangría de credibilidad que no puede amortiguarse sólo con las fotos enviadas por su gabinete de prensa con las visitas a sus afines en los barrios.
Hasta las más que pacientes bandas de música procesional se han rebelado en una inaudita manifestación porque no se cumplen las promesas de locales de ensayo. Y aunque la parafernalia propagandística del gobierno anunció cesiones de locales de inmediato, lo cierto es que a los pocos días de este anuncio se volvieron a manifestar.

No se puede gestionar una ciudad a base de fotos. Y siempre fotos de posados sonrientes. Como la de la claudicación ante la Caixa con el abandono de las Atarazanas.
Muchos estamos aún esperando qué carta debe tener en la manga Zoido para haber acatado tan placidamente esta retirada. ¿Les habrá sacado a los de la caja catalana el dinero para Santa Catalina?

Me temo que no ha sacado nada más que una nueva arma mediática para atacar a la Junta de Andalucía y a su presidente José Antonio Griñán.

El camino emprendido por el heredero de Javier Arenas para desgastar a la Junta de Andalucía es, y así se ha demostrado una tras otra elección, el menos indicado, pero Zoido no aprende de los errores del PP Andaluz.

El alcalde de Sevilla está algo ausente de los problemas y de la soluciones que necesita una gran ciudad como es la capital andaluza. Y sólo hay que darse una vuelta por los barrios para darse cuenta que los propios delegados de Distrito no dan abasto en atender a entidades que vienen con aquello de “que hay de lo mío” y que tanto prometió Zoido.

Mientras tanto, Juan Espadas, que debería tirar más de equipo porque tiene once concejales, está en una lluvia fina poco demagógica y muy consistente que puede acabar calando en la opinión pública. Pero frente a un Zoido con veinte concejales que apenas tienen presencia no puede haber un Espadas con sólo su guardia de corps de Antonio Muñoz y Mercedes de Pablos.

El equipo de Gobierno comienza a notar el desgaste de los meses sin poder conseguir soluciones. Y además, los mismos problemas que tenía la ciudad en algunas áreas no han cambiado.

Tráfico, Policía Local, vivienda, limpieza y paro siguen estando ahí. Sólo un tímido gesto con los desahucios de Emvisesa y poco más. El único gesto de ir por delante en la solución de problemas, pero sobre Corrala Utopía un silencio y una actitud poco cercana o clara con los afectados.
Y de la Policía Local, la que tanto iba a mimar cuando fuera alcalde, cada día se conocen mas escándalos. En especial un enchufismo en sus oposiciones que puede traerle muchos dolores de cabeza al comisario Demetrio Cabello en los próximos meses.

Pero volvamos a los presupuestos del 2012. Esos que no se han ejecutado. Unas cuentas poco claras en tiempos de pocos dineros.

Tan poco claras como las duplicidades de pagos a proveedores en la Gerencia de Urbanismo. Dirán que son errores de técnicos, pero en una economía tan ajustada esos son errores imperdonables. Qué habría dicho Zoido y el locuaz Gregorio Serrano si eso ocurre hace unos años. Habrián pedido la cabeza de medio Gobierno socialista.

Ahora tienen sólo el veinte por ciento del presupuesto de inversiones sin ejecutar y están elaborando las cuentas del 2013. Una nueva oportunidad de demostrar que tenían un modelo de ciudad y que sabían ejecutar ese diseño.

Las cuentas y el presupuesto, que es en definitiva lo que da capacidad de gestionar en política, comienza a darle dolores de cabeza al juez Zoido. Tantos que como no se ande rápido y remodele su equipo para llevar la iniciativa va a terminar con más jaquecas que la jueza Alaya.

En el fondo, a ambos les une ya su afición por la judicialización de la política, así que no es de extrañar que acaben unidos también en sus dolores de cabeza.

La diferencia es que una se incorporará a su trab ajo en brev e y el otro como no se ande listo lo va a terminar perdiendo en las urnas por decisión de aquellos ciudadanos que esperaban que el presupuesto de la era Zoido les arreglara sus problemas. Y de momento sólo el 20 por ciento.

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