Un agente de la Guardia Civil ha asegurado este lunes que la mula que causó un accidente de tráfico en 2004 en la carretera A-362 que une Utrera y Los Palacios (Sevilla) a consecuencia del cual el conductor de un vehículo quedó tetrapléjico pertenece a los demandados, pues éstos poseen la única finca existente en la zona en la que hay este tipo de animales.
El abogado del demandante, Fernando Osuna, ha informado a Europa Press de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Utrera ha acogido este lunes la continuación del juicio en la que se ve la demanda civil interpuesta por la víctima, un conductor de 62 años vecino de Algodonales (Cádiz), contra los propietarios de la mula, a los que reclama una indemnización de 929.121,51 euros.
Durante la vista oral, ha comparecido como testigo un agente de la Guardia Civil que ha asegurado que la mula tiene que pertenecer a los demandados, ya que son propietarios de la única finca existente en la zona donde se guardan este tipo de animales.
También han comparecido en el juicio familiares de los dueños de la finca en cuestión, tras lo que el juez ha decidido aplazar la vista oral hasta el próximo día 21 de noviembre debido a la incomparecencia de un testigo "clave", como fue el conductor que circulaba justo detrás del afectado, que vio el accidente y que fue la primera persona en socorrerle.
La demanda civil va dirigida contra tres propietarios de la multa y contra una cuarta persona dueña de la finca donde se guardaban los animales, todos los cuales ya fueron absueltos en vía penal tras celebrarse un juicio contra ellos hace seis años.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 19,55 horas del día 29 de febrero de 2004, cuando J.C.G. circulaba con su vehículo por la carretera A-362 que une Utrera y Los Palacios para dirigirse desde su localidad de residencia, Algodonales, donde había pasado el domingo con su mujer e hijos, hacia su lugar de trabajo en Rociana del Condado (Huelva), donde se dedicaba a la recogida de la fresa.
A la altura del kilómetro 5,600 de dicha carretera, según sostiene la demanda, una mula se interpuso "bruscamente" en su sentido de circulación, por lo que el afectado no pudo evitar la colisión con el animal, que murió a consecuencia del impacto, mientras que el conductor sufrió "graves" heridas y tuvo que permanecer ingresado durante más de un año en un centro hospitalario, quedando tetrapléjico.
Al hilo, el letrado asevera que dicha mula "se encontraba transitando sin control junto a otra mula y cambió bruscamente su sentido de la marcha para invadir el carril por el que circulaba" el afectado, para quien "fue imposible prever esta circunstancia", pues además "era de noche", por lo que "no se podía divisar a las dos mulas hasta llegar prácticamente a su altura al no llevar distintivos que permitieran divisarlas a distancia".
"La única causa del accidente fue la aparición repentina de la mula", subraya el abogado, quien dice que los propietarios del animal, que niegan este extremo, "denunciaron el robo de dos mulas en su finca", ubicada junto al lugar del siniestro, al día siguiente del mismo, tras lo que se sólo fue hallada una, "pero no la otra, por razones lógicas".
El abogado señala que, en el atestado de la Guardia Civil, "se aportan datos que concluyen de manera definitiva que la mula que ocasiona el accidente es una de las dos mulas desaparecidas de la finca" de los demandados, punto en el que indica, asimismo, que las mulas "podían salir libremente" de la finca en cuestión "al no existir cerramiento que lo impida en los laterales".
A su juicio, "hubo una omisión del deber de cuidado en la custodia de las mulas" por parte de los demandados, "más aún sabiendo que la finca en que se guardaban carece de cercado en varias zonas y los animales podían acceder fácilmente a la carretera, como efectivamente ocurrió".
El afectado estuvo ingresado 418 días en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y en el Puerta del Mar de Cádiz y quedó con una paraplejia y un grado de discapacidad del 99 por ciento, habiendo sido reconocida la incapacidad permanente en grado de gran invalidez