La "Velá de Santa Ana", que cada año se organiza en el barrio sevillano de Triana es tan característica como la cucaña que se celebra en ella y que se ha convertido en el complemento perfecto para muchos jóvenes y no tan jóvenes para soportar de mejor modo las elevadas temperaturas de Sevilla.
Otro verano más, la cucaña trianera ha logrado reunir a muchas miradas a su alrededor y también a una gran cantidad de valientes que han intentado desafiar el pequeño pero resbaladizo tramo que separan la gloria, en este caso en forma de banderín, del resto de contrincantes.
Esta cucaña es la excusa perfecta para sumergirse en el Guadalquivir y hacerlo de manera divertida porque las caídas cómicas, los intentos fallidos y por supuesto, los logros, bien merecen ser celebrados con un chapuzón.
El premio, que en buena medida muchos de los participantes desconocen, se ha desvirtuado con el tiempo en un aspecto secundario de una actividad que bien merece el tópico de "más vale maña, que fuerza".
Porque los minutos pasan e incluso las horas sin que ese banderín sea despojado de la punta del tronco de madera, viendo como la tarde-noche se cierne sobre la 'Velá trianera', quedando, para todos, el Guadalquivir, que bien ha servido para refrescar el verano. Un premio de consolación para quién no logre el triunfo deseado.
Y a quién le hubiera gustado ver o participar en esta singular fiesta del verano, tienen tres oportunidades más hasta el fin de la 'Velá', ya que del jueves 24 al sábado 26 se repetirá cada tarde la cucaña con sus caídas, su Guadalquivir y su premio.
Más de siglo y medio después, esta tradición ha mantenido prácticamente intacta su esencia, la estampa de los valientes que sirven de espectáculo para los asistentes a las fiestas del barrio de Triana.
Todo ello, en un marco casi inigualable, pudiéndose observar de fondo los edificios y monumentos más característicos de Sevilla, en uno de los barrios más singulares de la ciudad hispalense y en una de las fiestas más populares de él, como es la 'Velá de Santiago y Santa Ana'. Otra cucaña más, otro año más.