La juez de Instrucción 5 de Sevilla ha citado para mañana a un médico de urgencias del hospital Virgen del Rocío de Sevilla que está imputado por atender en octubre de 2013 a un indigente polaco que murió pocas horas después de recibir el alta hospitalaria.
Hasta ahora han declarado dos médicos imputadas en la causa, que han asegurado que su intervención se limitó a ayudar al compañero de urgencias para derivarlo a asuntos sociales, pero sin participar en las pruebas que le hicieron ni el diagnóstico.
La acusación popular que representa la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y la particular, ejercida en nombre de la madre y el hermano del fallecido, consideran el testimonio de este tercer imputado como el más importante de los citados por la juez.
Piotr Piskozub, que medía 1,83 y pesaba 45 kilos, murió en un albergue municipal poco después de recibir el alta, y las dos médicos han coincidido en señalar que el paciente insistió en que quería abandonar el centro sanitario.
Ante la juez también ha declarado como testigo el coordinador del servicio de urgencias del hospital, que calificó como "exquisito" el trato que dispensaron todos los profesionales del centro sanitario al joven.
El responsable médico explicó que se cumplieron todos los protocolos previstos y que se hizo "todo lo que se tenía que hacer" con el joven fallecido.
El informe forense, sin embargo, recoge que, según las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentaba "un estado de desnutrición severa".
Ese estado debió ser tratado, según el informe, con hospitalización para paliar su malnutrición y obligaría a realizar pruebas diagnósticas para la detección de las enfermedades de base que padecía.