Carlos de France visitará Sevilla este fin de semana para participar, el viernes, en el programa de radio ‘El Legado de Gracita Morales’, dirigido por Ismael Doctor Música y posteriormente, el sábado 10, ofrecer un concierto en La Torre Encendida, sede de la emisora de la radio ciudadana Radiópolis, presentando su disco Debe ser esto la felicidad.
Carlos de France (Madrid, 1961) entró a formar parte de Mecano, como bajista, a final de 1981. Un año después creó su propio grupo, Objetivo Birmania. En 1983 se consolida con un estilo funky-pop muy claro y, después de dos singles independientes, firma con la discográfica Wea. Graban dos álbumes: Tormenta a las 10 y Todos los hombres son iguales. Triplican los conciertos en directo y televisiones; protagonizan películas y Desidia o Baila para mí son números uno en las listas de éxitos. En 1987 Carlos se licencia en Derecho coincidiendo con la disolución temporal del grupo. En 1988 Objetivo Birmania renace con otra formación pero con De France como líder y compositor. El tercer álbum, Los amigos de mis amigas son mis amigos (CBS), se convierte rápidamente en otro número uno y, el cuarto, Los hombres no ligan, se graba en 1990 alcanzando parecido éxito.
En 1996 da el salto a Miami, donde se le abren otros campos musicales y donde crea otro nuevo grupo musical, Vertigogo. Aquejado de una grave enfermedad perfiló un deseo: cantar sus propias canciones. En 2001 regresa a Madrid como un desconocido cantautor que consigue su primer concierto en el Rincón del Arte Nuevo. En 2004 graba su álbum Vivo al revés, con V2, producido por Joe Dworniak, un álbum de calidad, fruto de toda su experiencia. Viajó a Berlín por casualidad en 2006 y un mes después se había mudado allí, donde sigue publicando para otros como Mónica Molina, y se embarca en la aventura de impartir clases de composición a artistas del Congo y Zimbabwe y publica su segundo disco en solitario, Debe ser esto la felicidad, producido también por Dworniak.
Radiópolis apuesta por ofrecer su sede, La Torre Encendida, para la celebración de diferentes actividades culturales entre las que se encuentran las musicales, con conciertos mínimos, acústicos, música de cámara, lírica, jam sessions, recitales flamencos, charlas ilustradas con música, spoken word, conciertos para niños, batallas de bandas, dj set (guateques) o karaokes. Pero no sólo es la música la protagonista ya que también se celebran actividades relacionadas con la poesía y las letras, con presentaciones de libros, charlas con autores, recitales poéticos, acciones de escritura espontánea, concursos de poesía, clubes de lectura, etc.
También están presentes las artes visuales, con sesiones de dibujo rápido y paisajístico (sketchwork y dibujo arquitectónico y urbano), posados para práctica del dibujo, exposiciones de pequeño formato (fotografía, pintura), proyección de creaciones audiovisuales y muestras de diseño. Se unen las artes escénicas, con representación teatral de pequeño formato, monólogos e improvisaciones; la danza, con pequeñas coreografías en distintas disciplinas; o el cine, con proyecciones, coloquios, conversaciones con directores, guionistas y actores, además de otras actividades culturales, como encuentros de juegos de mesa, reuniones de colectivos culturales o debates.