El próximo sábado verá la luz una interesante exposición de dibujo y pintura, de la artista Ana Campos, en La Imprenta.
Nacida en Sevilla en 1979, se licenció en Bellas Artes, es una asidua en el panorama artístico sevillano y ha colgado varias exposiciones individuales en los últimos años, entre las que destacan la de la Sala Multimedia La Factoría en 2003, Galería Zona Franca en 2004 o la de el Restaurante Jacaranda en 2005.
También ha colgado sus obras en bares emblemáticos como La Madraza, La Caja Negra, Café Jazz Naima, El Central, Bulevar Café, Taberna de los Comunes o en el Hotel Regina. Ha participado en innumerables exposiciones colectivas, como la Muestra de Arte Benéfica del Ateneo de Sevilla, la muestra de Pintura y Fotografía por el Día Internacional del Trabajo o el Festival de Ilustración de Sevilla, Garabatofest. También ha colaborado en el fanzine satírico TeVeo o el libro Historias de la Alameda.
Ana Campos conversó con
Viva Sevilla.
¿Cuándo sintió la llamada del arte?
–He dibujado mucho desde que tengo uso de razón. Cuando era pequeña tenía claro que iba a dedicarme a la pintura y el dibujo, incluso antes de saber que eso se estudiaba. Me presentaba a concursos del colegio, del Ayuntamiento, del Corte Inglés y ya luego, en el instituto, algunos los ganaba y eso me dio fuerzas. Después entré en Bellas Artes, en el año 1999. Hasta entonces no había cogido un pincel, sólo lápices de grafito y de colores; soy básicamente dibujante.
Su carrera profesional comienza pronto.
–Si, me independicé justo al empezar el segundo año de carrera, con 19 años, y comencé a trabajar en serio con el óleo para poder vivir, pintando mi primera serie con una temática común, África. Estuve presente durante cinco años en el Mercado de Arte de la plaza del Museo. Era una buena época para vender, todavía no había crisis.
Ahora las cosas han cambiado.
–Para dedicarse a esto hay que trabajar muchísimo y ser muy cabezota porque la mayoría de la gente, y más aquí en Sevilla, no lo considera un trabajo “serio”. Incluso para la familia, en la que siempre ha habido un gran ambiente artístico, es un motivo de preocupación el que no tenga un empleo “normal”.​ Pero yo siempre he creído en lo que hago y he estado convencida de que conseguiría ser cada vez más conocida, que al final es la clave para que las galerías se fijen en tu trabajo.
¿Por qué La Imprenta para exponer esta nueva muestra?
–He elegido La Imprenta porque se está convirtiendo en un espacio de referencia cultural en Sevilla. También porque es un poco “mi casa” ya que estoy vinculada personal y familiarmente a él.
¿Qué veremos en Ana Campos Saa, su inminente exposición?
–Habrá muchas obras a bolígrafo y a lápiz y sólo algunas pinturas al óleo, porque el último año he vuelto al dibujo. Creo que es la base de todo y que debe valorarse tanto como otras técnicas.