Sevilla tendrá un plan de movilidad, que será fruto de un amplio proceso de participación y debate, a modo de plan estratégico capaz de sostener las líneas maestras de las políticas que deban ejecutarse en esta materia, independientemente del color político que tenga el gobierno de la ciudad. Ese es el objetivo del equipo de Gobierno socialista pero el escollo principal para su puesta en marcha está en que no están aprobados los presupuestos para iniciar el análisis que permitiría su concreción.
Un “plan ambicioso” que debe sustentarse sobre la base de un diagnóstico inicial de la situación que, según explicó anoche el delegado de Movilidad, Juan Carlos Cabrera, en el programa A Debate de Ondaluz Sevilla Televisión, “puede llevarnos a 50.000 ó 60.000 encuestas. Le pongo un ejemplo: o sabemos la matriz del origen y destino de los vehículos y el desplazamiento de las personas en su puesto de trabajo o no podremos establecer nunca un plan de aparcamientos disuasorios”.
Cabrera reconoció que ese análisis llevará varios meses aunque no ha comenzado porque “tenemos un tema con los Presupuestos, que no podemos licitar ese equipo redactor. No podemos arrancar porque tenemos el presupuesto congelado”, apuntó Cabrera.
El documento, cuatro años
Respecto al Plan de Movilidad propiamente dicho, el delegado manifestó que “ponerlo en un documento vamos a tardar cuatro años mínimo”. Y aclaraba: “el plan debe estar listo en dos años, por los avances que tenemos de planificación, marcar unos hitos de ejecución y al menos irnos a que un año antes podamos ejecutarlo”.
Entretanto, el delegado de Movilidad defendió que el “gobierno no va a dejar de gestionar” y para eso están las mesas sectoriales que, según le afearon los representantes de Ciudadanos e IU, no están siendo ni “operativas” ni “participativas”.
Mientras el portavoz adjunto de Ciudadanos, Francisco Moraga, se quejó de que no pudieron acudir a la última mesa sobre zona azul “porque no llegó la convocatoria a tiempo”, el portavoz de IU, Daniel González Rojas, llegó a decir que “sentar a vecinos en contra y a favor y que discutan, eso se hace en una cafetería”.
González Rojas acusó al gobierno de Espadas de no tener un modelo y haber ido en estos ocho meses “en dirección contraria”, mientras que desde Ciudadanos criticaron las “micropolíticas de parcheo”, poniendo como ejemplo la rotonda de acceso a la Torre Pelli, porque “no nos gusta el puente de Zoido”.
Torre Pelli
Al hilo de eso, el delegado de Movilidad argumentó que precisamente la reordenación de este entorno será el asunto a abordar en la próxima Mesa de Movilidad, donde “vamos a presentar un plan de viabilidad de tráfico ya hecho, para que sean los vecinos, comerciantes y todos los que opinen en la mesa y nos digan si es correcto o tenemos que cambiar en algo”. Entre las medidas figuran “una línea rápida, cómo reordenar la entrada de vehículos del Aljarafe, vamos a reordenar las paradas de autobuses, cómo enlazamos desde otros barrios mejor y mejorar la conexión del apeadero con la estación de Blas Infante”, señaló.
Salvando la situación de congelación presupuestaria, el portavoz de IU también urgió al delegado a convocar de forma inmediata la Mesa de la Bicicleta. “Convóquese, preséntese ese plan y hágase. Ahí no hace falta presupuesto, simplemente empezar a pedalear”, dijo González Rojas.
Los tres participantes en el debate de Ondaluz se mostraron de acuerdo en empezar a decidir y activar los BTR, y en la búsqueda de consenso entre las administraciones para la ampliación del tranvía y del metro, o la conexión Santa Justa-Aeropuerto
En cuanto a la reordenación del tráfico de la calle Baños, C’s pidió que aclare si se quiere o no peatonalizar el centro y ha pedido que se limite el acceso con semáforos inteligentes y pantallas informativas de los parking libres, mientras que IU le recriminó al Gobierno que esa medida llevará más coches al centro, aclarando Cabrera que no se puede restringir la entrada al parking “porque aún tiene siete años de concesión”.