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Sevilla

Crítica a antitaurinos y elogio al toro centran el pregón de Falcones

Un recorrido crítico a los antitaurinos y el elogio al toro bravo han centrado el pregón taurino pronunciado por el abogado y novelista Ildefonso Falcones

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  • Un momento del pregón taurino. -

Un recorrido crítico a los antitaurinos y el elogio al toro bravo han centrado el pregón taurino pronunciado hoy en Sevilla por el abogado y novelista barcelonés Ildefonso Falcones.

El acto, organizado por la Real Maestranza de Caballería en colaboración con el Ayuntamiento de sevilla, se ha celebrado en el teatro Lope de Vega de la capital hispalense, horas antes de la inauguración de las temporada taurina sevillana con un cartel formado por Antonio Ferrera, José María Manzanares y Andrés Roca Rey, que lidiarán un encierro de Victoriano del Río.

El escritor catalán fue presentado por el columnista Francisco Robles que citó al diestro Juan Belmonte con "se torea como se es" para decir de Falcones que es "un aficionado leal a la fiesta que la defiende allí donde tiene más mérito esa labor".

Los pasodobles 'Nerva' y 'Dávila Miura', interpretados por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, dieron paso al pregonero, que ha calificado su intervención de "temeraria" por venir a hablar de toros a Sevilla, "cuna de la fiesta moderna".

Falcones ha retrocedido a su niñez, a la memoria de las dos plazas perdidas en la ciudad de Barcelona y a la afición compartida con su madre, afirmando que el universo taurino se vincula a los "recuerdos de personas queridas entrelazados con tardes gloriosas".

Ha lamentado que en la actualidad tenga que vivir su afición lejos de Cataluña, "fuera de un país que por más empeño que pongan algunos, ya celebraba festejos taurinos en la Barcelona del siglo XIV y no por un rey basto, guerrero, sino Juan I, intelectual, mecenas, amantes de las letras y la poesía".

Falcones se ha detenido en el proceso abolicionista catalán y en la sentencia del Tribunal Constitucional que declaraba nula la prohibición y de la que ha lamentado que "no ha modificado la realidad que se vive en Cataluña desde la prohibición; continuamos sin toros".

El novelista catalán ha declarado que "la liberación animal y el fin de su sufrimiento están considerados desde los grupos políticos y filosóficos afines, como una de las causas que ocupará -y parece que eso se está produciendo- un lugar en las reivindicaciones sociales del siglo XXI".

"Los animalistas no sólo encarnan el bien común, esa idea indiscutible, sino que se imputan la representación de la mayoría social promoviendo la tensión pública, el rencor contra la casta, siempre hay que elegir enemigo, en este caso un colectivo que encuentra arte y sentimiento en las corridas de toros", ha dicho.

El pregonero ha defendido que "el toro es bravo no sólo porque animal y ganadero cumplen los requisitos reglamentarios sino porque lo demuestra en la plaza".

Se ha preguntado por la preferencia de un toro bravo: "¿morir en un matadero como los mansos o hacerlo peleando en la plaza de la que además, algunos, los mejores, salen vivos?"

"El toro bravo está destinado a luchar o ser sacrificado, nadie va a alimentarlo sin la contrapartida de un rendimiento", ha afirmado el escritor. "Nadie, ni los ganaderos ni el estado ni los animalistas ni los abolicionistas", ha subrayado.

Falcones concluyó dedicando su texto a los toros bravos y citó los nombres de toros los animales que habían merecido el perdón en la plaza de la Maestranza, de los que dijo que "dos de ellos lo fueron en una tarde como la de hoy, la del Domingo de Resurrección, un día propicio para que se repita la gesta del toro bravo que sortea la muerte mostrando su casta y su trapío".

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