El entrenador del Real Betis, Quique Setién, admitió este domingo que "los entrenamientos después del partido -perdido (4-0) el campo del Levante el pasado miércoles- han sido difíciles, duros", pero que ahora ya está su plantilla dispuesta para "afrontar con ganas el próximo partido", que jugarán el lunes en el Benito Villamarín ante el Espanyol.
Setién, en su comparecencia de prensa tras el entrenamiento a puerta cerrada que dirigió en la ciudad deportiva bética, declaró que "el equipo estaba bastante tocado, pero en los dos últimos entrenamientos ha estado bien", después de una "reunión buena" con los dirigentes del club, que mantienen "la confianza en el proyecto pese a los resultados", por lo que insistió en que, en su opinión, "no había motivos para el cese".
"Sé cómo funciona el fútbol. Mandan los resultados, para muchos es lo más importante y es normal que la gente piense que el equipo puede dar más, nosotros lo hemos pensado también, pero nos cuesta mantener una racha de buenos resultados", añadió Setién.
El técnico cántabro aclaró que no va a "cambiar conceptos" aunque operará "pequeños cambios para crear más dificultades al rival", un Espanyol que "ha pasado por diferentes fases y la llegada de Rubi les vino bien, juegan muy bien al fútbol" y cuentan "con jugadores que te pueden complicar las cosas", dijo.
Setién aseguró que no se ha "mosqueado" por los comentarios en torno a su continuidad, ya que suele "empatizar con todo el mundo. La situación para el club no es fácil, hay muchos que no están contentos y eso repercute en el ánimo de todos", pero recordó que no ha "sacado pecho cuando" ha "ganado y ahora tampoco" se va a "venir abajo".
El preparador santanderino, que informó de la disponibilidad del centrocampista mexicano Andrés Guardado tras haberse entrenado con menor intensidad, también desveló que el medio portugués William Carvalho "tiene una molestia que no ha solucionado en el abductor. Le incomoda y no está para competir", subrayó.
Setién también se refirió al título de Copa logrado el sábado por el Stade Rennes francés, su verdugo en la Liga Europa, y recordó que "los dos partidos ante ellos fueron igualados, pudo pasar cualquiera", aunque este triunfo "no es para decir que es un equipazo, porque tampoco lo es".