Desde antes incluso de terminar de construirse la imponente mole de la
Iglesia del Sagrario de la Catedral (año 1650) ya se tenía constancia de los
importantes problemas estructurales sobre los que, 360 años después, el Cabildo Catedral “propone acometer una solución completamente definitiva”.
La
Comisión Provincial de Patrimonio de la Consejería de Cultura ha dado su aprobación a la intervención planteada por el Cabildo Catedral, con la que se busca reforzar, fundamentalmente, la estructura. No se trata pues de una rehabilitación estética pero sí esencial para garantizar la supervivencia del templo.
La Capilla del Sagrario se apoya sobre la
antigua mezquita. Al ser unos
suelos de poca calidad y consistencia, los
muros de la iglesia llevan siglos
inclinándose, abriéndose y, con ello,
agrietándose las bóvedas. Junto a esto, los
desagües de la antigua mezquita se han taponado con el paso del tiempo, lo que ha afectado al
nivel freático. Por ello, el agua sube y afecta a la compactación del terreno, lo que contribuye a que los muros se sigan inclinando. Esta “patología mantenida” que ha sido estudiada en los últimos tres años de manera exhaustiva por el Cabildo Catedral requiere de las siguientes medidas.
La primera, un “
recalce de la cimentación de los pilares del edificio”. Esto supondrá hacer perforaciones para poder inyectar material con el que reforzar los pilares. Esas perforaciones buscarán, además, suelos más profundos a los actuales con el fin de que los muros ya rehabilitados descansen en terreno más sólido. En la fachada de la Iglesia a la calle Alemanes se usarán tirantes de acero para aproximar los muros e impedir que se sigan abriendo. Con respecto a la cubierta, se retirará la solería de tránsito para impermeabilizar y cambiar dicha solería. Por último, se actuará también sobre los desagües de la antigua mezquita para destaponarlos y recuperar el nivel freático original.
La Comisión de Patrimonio valora en su informe que “
la propuesta recogida en el proyecto resuelve la continua historia de problemas de estabilidad del potente y pesado edificio de la Capilla del Sagrario de la Catedral, planteada como una solución definitiva del estado de patología mantenida”, tal y como se define en el proyecto remitido por el Cabildo Catedral.
Coeficientes de seguridad
La última obra importante para la estructura se hizo en 1972, según el informe de Patrimonio. El estado de esos trabajos es “aceptable”, pero los coeficientes de seguridad de los muros “no cumplen con los exigidos por el Código Técnico de Edificación (CTE)”, aunque no llega a “agotarlos”. Para la rehabilitación, se desmontarán elementos para evitar daños. Fuentes del Cabildo Catedral consultadas afirman que no tienen aún fecha exacta para el arranque de los trabajos, que tendrán que tener en cuenta las bodas que están previstas celebrarse en el templo.