La Guardia Civil ha intervenido diez kilos de tabaco picado, carente de documentación y etiquetado, enviado por paquetería desde Sevilla y que, supuestamente, tenía como destino la fabricación casera y venta clandestina de cigarrillos en Extremadura.
El presunto autor de la acción se enfrenta a una multa mínima de 2.000 euros, más el duplo del valor de los bienes, mercancías, géneros y objetos intervenidos, informa en nota de prensa la Guardia Civil.
En concreto, el Área Fiscal del Puesto Principal de la Guardia Civil de Badajoz, dentro de los dispositivos de servicios e investigación Fiscal, ha interceptado en la capital pacense el transporte de paquetería de un supuesto envío de tabaco de contrabando.
Tras la inspección del envío procedente de Sevilla, los agentes hallaron en el interior del paquete diez bolsas con un total de diez kilos de tabaco picado valorado en unos 1.700 euros, carente de documentación, precintas y etiquetado, por lo que se procedió a su intervención.
Con las gestiones llevadas a cabo, se pudo averiguar que el paquete lo remitió un vecino de Sevilla desde la capital hispalense, al cual se le instruyeron las correspondientes actas por infracciones administrativas de contrabando y que se expone a sanciones de un mínimo de 2.000 euros, más el duplo del valor de los bienes, mercancías, géneros y objetos intervenidos.
Ahora, la Guardia Civil continúa con la investigación, tendente a localizar al destinatario del tabaco, un vecino de la capital pacense, quien supuestamente se estaría dedicando a la fabricación casera de cigarrillos, carente de toda clase de control sanitario y su posterior venta clandestina.