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Sevilla

Crimen de las cuñadas: "La familia quedó destrozada"

Los acusados de asestar 61 puñadas a una excuñada aseguran que el día de los hechos no estuvieron en la casa de La Rinconada

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  • Juicio por el crimen de las cuñadas. -

Los acusados --dos mujeres y el novio de una de ellas-- de matar, tras asestarle 61 cuchilladas con un cuchillo de cocina, en su vivienda de La Rinconada a su excuñada, la cual había mantenido una relación con un hermano de dos de las encausadas, fallecido por causas naturales unos meses atrás y con el que tenía una hija de tres años, han remarcado su inocencia y han asegurado que el 19 de abril de 2016, día en el que ocurrieron los hechos, "no estuvieron" en la casa donde apareció el cadáver.

Por estos hechos, la Fiscalía pide para cada investigado --los tres se encuentran en libertad-- una pena de 25 años de cárcel al considerar que estas tres personas la golpearon "violentamente" y la apuñalaron "en la espalda y cuello de forma repetida hasta que al arma utilizada se le rompió la hoja tras asestar hasta 61 cuchilladas", según recoge en su escrito, consultado por Europa Press.

En primer lugar, y ante un jurado popular, ha declarado la primera acusada, la cual ingresó en prisión en 2018, a los dos años de los hechos después de que una testigo protegida la reconociera en una rueda de reconocimiento fotográfico, al que se presentó voluntariamente, tras asegurar que otra de sus hermanas, E.N.S., con la que guarda un gran parecido físico, acusada en un principio y que ha pasado 26 meses en prisión, "no era la persona a la que ella vio salir de la vivienda".

Todo ello, ha remarcado su defensa, a pesar de que E.N.S., había presentado pruebas que le servían de coartada, ya que ese día "estaba trabajando de barrendera para el Ayuntamiento".

En este sentido, la hermana acusada en la actualidad, respondiendo únicamente a preguntas de su abogado, ha asegurado que "aquel día a las 11,30 horas fue al INEM con otra hermana", así como que, tras los hechos, accedió voluntariamente a aportar una muestra de sus huellas y de saliva y que dos años después, cuando a su hermana E.S.N., la pusieron en libertad, fue voluntariamente a la citada rueda de reconocimiento quedando detenida posteriormente.

NO LE IMPUSIERON GUARDAR EL LUTO

Esta mujer ha asegurado que ella vivía en una pedanía de un pueblo cercano y que su cuñada "tenía un quiosco ilegal en su casa, que estaba siempre abierta y entraba y salía la gente todo el día". Respecto a la relación con la víctima, ha precisado que era "buena y que iba a su casa, junto a sus padres, una vez a la semana para ver a la niña", así como que la vio una semana antes y que "para nada" la obligaron a guardar el luto por su hermano "ni la controlaron".

Por último, ha señalado que se enteraron de lo sucedido por otro hermano. "Empezamos a llorar también pensando en mi sobrina, que se iba a quedar sola", ha señalado la acusada, quien ha lamentado, visiblemente afectada, que, a pesar de no tener ninguna relación con los vecinos de su cuñada, "la gente empezó a culparlas y se propagó el rumor por todo el pueblo".

Por su parte, la otra acusada, R.N.S., detenida tres días después de los hechos, ha asegurado que el 19 de abril de 2016 estaba regentando un quiosco que tiene en San José de La Rinconada, donde vive. "Lo abro a las 9,00 horas y lo cierro a las 23,00", ha asegurado, y ha destacado que accedió voluntariamente a la realización de las pruebas de ADN.

"La relación con mi cuñada era normal, las dos teníamos un quiosco y hablábamos de los precios de las chucherías", ha señalado la acusada, también a preguntas de su letrado, y ha asegurado que "no los visitaba con frecuencia", sino que se veían en casa de sus padres.

De igual forma, ha hecho hincapié en que no tenía ninguna relación con los vecinos de ésta, es más ha recordado que "una vez su hermano y su cuñada se pelearon con unos vecinos de la calle, con los que se llevaba muy mal, con palos y cuchillos y hubo denuncias". De hecho, la víctima cuenta con antecedentes policiales.

Tras negar que le quisieran quitar a la niña o le impusieran guardar el luto por su hermano, ha precisado que ella es "una gitana moderna y que se puso una camisa negra" por respeto a sus padres, así como que cuando se enteraron de su muerte su familia quedó "destrozada" además de por los rumores que había por el pueblo. "Tenemos un hermano que está mal, es esquizofrénico, y la gente nos echó la culpa", ha manifestado.

Por último, la que era pareja de esta acusada, F.J.M.R., ha asegurado que el día 19 de abril estuvo en su casa "desde las 6,00 horas hasta las 14,00" y que no conducía el coche, en el que supuestamente les vieron huir, porque no tiene carné y no sabe conducir, y que accedió voluntariamente a hacerse las pruebas de ADN.

ALEGACIONES DE LAS DEFENSAS

Por su parte, la defensa de C.N.S., ha recordado que "no hay ninguna huella" ni prueba que la involucre directamente en los hechos, "simplemente la declaración de una testigo protegida", quien en un principio dijo que era su hermana E.N.S., a "quien esta testigo había visto salir de la casa" donde murió la víctima. Eso fue en 2018 cuando esta mujer llevaba 26 meses en la cárcel.

Al respecto, ha asegurado que cuando esta mujer salió de prisión, tras archivarse la causa con el cambio de versión de esta testigo, fue su propia defendida quien se personó en la rueda de reconocimiento, por tanto ve "ilógico pensar que una mujer que ha asesinado a otra se presente voluntariamente". Además, ha recordado que E.N.S., aportó muchas pruebas de descargo para certificar que "esa mañana estaba barriendo en el Ayuntamiento de La Rinconada".

En esta misma línea se ha pronunciado la defensa de R.N.S, quien ha asegurado que "la única prueba que hay es la versión de esa testigo protegido" y ha recordado que "los hechos se produjeron en un pueblo muy pequeño", así como que su defendida "nunca creyó que la iban a acusar de esta muerte".

Por su parte, el abogado de F.J.M.R., ha destacado que éste es "payo sin menospreciar a la etnia gitana y que, en absoluto, ha quedado acreditado que él haya sido el autor de esta aberración", a lo que ha añadido que en el lugar del crimen "hay unas huellas de terceras personas que no se sabe quienes son y por las que no se ha traído a nadie".

La juez, por su parte, ha rechazado levantar la protección de los testigos que van a declarar durante el juicio por las circunstancias especiales que rodean al caso, cuyo juicio continuará este martes en la Audiencia Provincial de Sevilla.

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