Las picaduras ya son leves y el susto primero es ya una anécdota, pero Antonio Pérez, vecino de la calle Indonesia, en el Parque Alcosa, prefiere dar el aviso para alertar a aquellas personas que puedan ser alérgicas a las picaduras de avispas.
Antonio, como todos los días, bajó este pasado domingo con su perra en torno a las nueve de la noche para tirar la basura. Tras arrojar la bolsa y cerrar la tapa del contenedor gris, “salieron un montón” de avispas que le dejaron una decena de picaduras en los brazos. Con remedios caseros y algo de cortisona, la hinchazón empezó a remitir pero “yo lo que quería y quiero es que no le pique a una persona alérgica”. Así que Antonio avisó al 112 y al 010. Este lunes, a primera hora de la mañana, una furgoneta del Zoosanitario de Sevilla ha acudido a la calle Indonesia, donde ya no ha encontrado restos de un posible avispero dentro de los contenedores. “Quizás los hayan limpiado”, explica Antonio, que recuerda que la dueña del comercio que hay frente a los contenedores le dijo al conocer lo que le había ocurrido: “No eres el primero al que le pasa”.