El principal dilema de Internet es que, si bien su naturaleza anárquica es deseable para fomentar un debate abierto sin censura, esto plantea interrogantes sobre la calidad de la información disponible, lo que podría inhibir su utilidad.
Internet ha brindado grandes oportunidades para difundir información médica precisa e inexacta. Por tanto, la calidad de la información se considera una preocupación generalizada que afecta a la vida humana. A pesar del crecimiento cada vez más sustancial en el número de usuarios, los sitios web de noticias farmacéuticas o de salud y la proporción de pacientes que utilizan Internet, se sabe poco sobre la calidad de la información de los sitios web médicos y de salud.
Esta preocupación es motivada por información incompleta, inexacta, engañosa, desactualizada y sesgada en los sitios web de salud generalistas que tienen impactos adversos en los pacientes y especialistas en atención médica. Además, los sitios web de salud también pueden provocar otros problemas, como publicidad deshonesta de productos nocivos y peligrosos, poner en peligro la prestación de atención médica, uso inadecuado de los datos personales de los usuarios y consultas online falsas.
El avance tecnológico ha permitido un fácil acceso a la información sanitaria disponible en la web, pero ha aumentado la posibilidad de encontrar información sanitaria incorrecta o no fiable. Internet ha brindado la oportunidad a cualquier persona de publicar información online, y puede ser difícil distinguir la información creíble de las fuentes no fiables. Casi las tres cuartas partes de los principales artículos de salud compartidos en Internet son completamente falsos o tienen alguna parte de información errónea.
Siempre que busques información en Internet, querrás asegurarte de leer información de calidad de un portal o web especializadas. Esto es especialmente cierto en la búsqueda de información médica. La alfabetización en salud es importante porque un diagnóstico, una sugerencia, un consejo o un tratamiento incorrectos pueden ser perjudiciales para el lector.
Encontrar información sobre los síntomas o identificar problemas de salud no solo permite ahorrar tiempo, sino que también puede llevar a los lectores por el camino equivocado. Identificar la información médica errónea y contrarrestar su influencia puede ayudar a pacientes, a profesionales de la salud y a las personas que se preparan para asumir una posición de liderazgo en su organización o comunidad.
Los riesgos de la información médica engañosa
Con el acceso abierto no solo a informes clínicos e investigaciones, sino también a información sobre tratamientos médicos ficticios en Internet, puede ser difícil saber qué información y fuentes son confiables.
Los ejemplos comunes de información de salud engañosa se enfocan en las dietas de moda populares y los productos para bajar de peso porque la administración no los regula en gran medida.
Repercusiones para los consumidores
Las personas más propensas a recurrir a Internet en busca de información y consejos médicos también corren el mayor riesgo de sufrir repercusiones debido a la confianza que prestan a fuentes poco fiables. Aquellos que buscan información de salud en Internet tienden a ser personas con una mayor necesidad potencial de atención médica debido a circunstancias o problemas de salud.
La promoción farmacéutica online también puede plantear problemas para quienes buscan información en Internet. Los sitios web, los grupos de apoyo y las comunidades online pueden promover medicamentos directamente a los consumidores o mediante anuncios. Esto puede generar riesgos adicionales asociados con una comprensión incompleta del producto, conflictos de intereses o incluso el uso indebido de productos farmacéuticos.
Repercusiones para los profesionales de la salud
Los profesionales de la salud enfrentan riesgos únicos en la información médica que se encuentra y se consume en Internet. Se anima a los pacientes a que lean información de portales especializados de salud o farmacéuticos o que pregunten directamente a profesionales, pero pueden surgir problemas cuando un paciente cree erróneamente que ha encontrado información correcta online que contradice los consejos o el diagnóstico de su propio médico.
Los profesionales de la salud tienen la obligación de proporcionar información precisa o fuentes de información a sus pacientes y, como tal, deben combatir la información falsa y engañosa. Los profesionales de la salud tienen la obligación ética de corregir la información de salud falsa o engañosa, compartir información de salud veraz y dirigir a las personas a fuentes fiables de información de salud dentro de sus comunidades y esferas de influencia.
Parte de ser un profesional de la salud es convertirse en defensor y educador del paciente; los pacientes dependen de médicos, enfermeras y otros miembros del equipo de atención para obtener información precisa de fuentes confiables.
Los profesores y educadores también deben utilizar fuentes creíbles para educar a sus estudiantes. La información incorrecta puede conducir a una mala educación, la necesidad de reeducación y grandes brechas potenciales en las habilidades y el conocimiento de la salud para los futuros profesionales.