Todas las miradas de Andalucía y buena parte de España y Europa, directamente o a través de las ondas, convergen esta semana en Torremolinos, erigida en capital internacional del Baile. Como ya es tradición, el Campeonato (más apropiadamente multicampeonato, con sus facetas de Baile Artístico, Danza Española y Formaciones de Baile) se abre, en la mañana del primer día de la semana, con un espectacular desfile de concursantes y simpatizantes que, ataviados pintorescamente e iniciando su recorrido en la explanada principal del Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso, lo culminan en el Auditórium Municipal Príncipe de Asturias, donde reciben la calurosa bienvenida del señor alcalde y la señora Concejala de Cultura y Fiestas, entre otros representantes del Consistorio. Amenizada con bandas de música, la impresionante comitiva la presiden, ataviados con ropas de época y montados en un elegante carruaje tirado por caballos, el "príncipe y la princesa", privilegio que habitualmente recae en dos personajes populares del ámbito artístico o del informativo.
En años anteriores, durante el desarrollo del excepcional desfile se exhibían insólitos y vistosos modelos de vestimentas y complementos, todo ello digno de figurar en el libro Guinnes de los Records. Así, en 1999 se presentó públicamente el vestido de volantes más largo del mundo y, en el 2000, el vestido de novia más grande jamás confeccionado. En el 2001 fueron mostradas la peineta y la mantilla de mayor tamaño del planeta, aquélla con casi dos metros de altura y ésta con una enorme cola que alcanzó los setenta y cinco metros de longitud y que hubo de ser portada por más de cien damas de compañía. Todo un séquito de mujeres desfilaba al compás, ataviadas con artísticas réplicas de los ropajes nupciales que en su día lucieron la Reina Doña Sofía, las infantas Elena y Cristina, la Princesa Diana de Gales y la Princesa Gracia de Mónaco. Tales maravillas del vestuario, así como los suntuosos trajes que lucen muchos participantes, son obra más que meritoria de las diseñadoras y costureras del Taller de Confección del Departamento Municipal de Baile.
Este Departamento Municipal, único en su género y que desarrolla una encomiable labor, funciona a plenitud todos los días hábiles del año, debido a que en realidad el gran Campeonato de Europa de Baile que protagoniza Torremolinos no se circunscribe a una sola semana, sino que dura prácticamente el año entero, ya que las distintas modalidades de danza y las eliminatorias del Campeonato se suceden mes a mes en diversas localidades españolas. Lo que se celebra anualmente en Torremolinos es la gran final de este singular y maratoniano Campeonato.
El Palacio San Miguel, convertido en fastuoso salón que en apariencia poco envidiaría al del palacio de los emperadores vieneses, es durante una semana la estrella del magno Campeonato. Aquí alcanzarán su cenit los sublimes valses de Strauss, los tangos nostálgicos que popularizara el gran Carlos Gardel y los sabrosos chachachás a cuyo ritmo se movieron trepidantes nuestros abuelos. Y dará su paseíllo torero la elegancia suprema del pasodoble español. Y vibrarán con gracia sin par las cuerdas y las castañuelas de nuestras animadas sevillanas. Y la salsa y el rock pondrán notas de infatigable juventud en los pentagramas centelleantes de la pista. El apogeo del Campeonato lo alcanzará el esperado "Baile del Emperador", en el que un centenar de parejas -albura ellas y ellos azabache- ofrecerán en vivo la bellísima estampa de un colosal tiovivo girando al son de los valses que otrora amenizaran las veladas de la corte imperial de Viena.
El Campeonato de Europa de Baile constituye un excelente reclamo turístico para Torremolinos, cuyos alojamientos hoteleros quedan cubiertos en buena medida durante unos diez días. Y aún más importante es que el Campeonato acerca el nombre de Torremolinos a muchos lugares de España y Europa. Y para los participantes, bailar en Torremolinos es la realización privilegiada de uno de sus más acariciados sueños.
