Cuestión de confianza

De hecho nadie en el hemiciclo del congreso de los diputados confía en el PP, sin embargo tampoco parecen confiar en el resto de fuerzas políticas. La desconfianza de unos permite el gobierno de los otros. Es evidente que quienes fueron elegidos para llevar adelante un programa electoral, al menos eso dijeron, se muestran más proclives a preparar las nuevas promesas electorales en las próximas elecciones que en concretar con otras fuerzas políticas las acciones políticas que permitieran dar cumplimiento a lo ya prometido.
En el debate provocado por la moción de censura el Presidente del Gobierno no respondió a ninguna de las cuestiones planteadas por Podemos. De hecho la melodía de las intervenciones se centraron en achacar a Podemos que reclama contra una España que va bien y que la propia legitimidad del discurso podemista se fundamento en la estrategia de hacer creer que todo va mal, de que todo es un desastre.
Los dos grandes ejes del “ataque” al PP fueron la pobreza que se extiende, a pesar del discurso económico triunfalista del Gobierno y la corrupción instalada en la propia estructura del partido y de las instituciones gobernadas por el PP. La defensa del PP ignoró las justificaciones de la corrupción, si es que existen y nada argumentó sobre el deterioro de los niveles de vida de la población con menores niveles de renta. Evidentemente los dos grandes achaques de Podemos al PP no fueron respondidos por este y ello hace aún más certero el análisis de Podemos.
No obstante este panorama, nada prometedor que ha generado el PP, no provoca la acción contundente de los partidos políticos, especialmente del PSOE, que se declaran enemigos del PP pero que permiten el gobierno de éste, aceptan acuerdos parciales, incluso millones de euros, sin ruborizarse de ser “comprados” sus votos. La ultima compra en la aprobación de la ley de presupuestos generales del Estado. Y además no se atreven a plantarle cara al PP, porque en el fondo es mejor opción para ellos que siga gobernando.
Ayer tuvieron la oportunidad de hacer posible un cambio en el gobierno de España. ¿Por qué no lo aprovecharon? ¿No es el momento, aún? ¿En las siguiente cita electoral, estarán mejor preparados? ¿Les parece bien esta situación? Convendría que el electorado tomara nota y cuando llegue el momento hacerse la pregunta de si votar a estos partidos, no será tirar el voto en la canasta del PP.
Fdo Rafael Fenoy Rico