¿Es posible que la constitución mienta? Evidentemente unas palabras escritas por unos políticos en las postrimerías de la mayor de las dictaduras que ha padecido España no pueden hacer mucho daño. El texto constitucional está plagado de “buenas” palabras, pero estas influirán en la vida de las gentes si quienes detentan el poder creen en ellas.
Ninguno de los políticos agoreros del colapso de las pensiones parece haber leído la constitución y más concretamente su artículo 50 que dice:
“Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.”
Si no fuesen una mentira descarada, de las que los políticos nos tienen acostumbrados, ninguna persona de la tercera edad tendría que estar preocupada, ya que la carta magna da un orden imperativa a esos políticos que gobiernan para que GARANTICEN, ¡Qué gran palabra!, clara, sin interpretaciones, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas LA SUFICIENCIA ECONÓMICA de estas personas mayores, nada se dice que hayan cotizado o no.
Pero los señores políticos necesitan generar miedo en ese inmenso colectivo de personas ancianas y no tanto, para que les voten en masa, ya que ellos, no les garantizan las pensiones dignas, sino que les prometen que intentarán hacerlo. Esto de garantizar la suficiencia económica de estas personas no está en sus agendas electorales, porque si de verdad los políticos cumplieran con la constitución las personas gozarían de una enorme tranquilidad durante toda su vida porque bastaría llegar a esa etapa llamada de la tercera edad para que los poderes públicos les garantizaran la suficiencia económica.
Por ejemplo la maravillosa palabra garantizar se encuentra en otro artículo de la constitución, el 38 donde
“Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación.” Y a ningún político se le ocurre jugar con la “libertad de empresa”, diciéndoles a los empresarios que probablemente quiebre el sistema del libre mercado, lo cual supondría la confiscación de sus negocios y empresas que tendrán que funcionar bajo una dictadura económica planificadora. Porque ¿Quién se mete con el empresariado? Pero meterle miedo a los pensionistas, a las personas mayores, eso ¡sí!, es fácil, barato y muy rentable electoralmente. Estos políticos que no cumplen con el artículo 50 de la constitución ¿No son mentirosos anti constitucionalistas?
Rafael Fenoy Rico