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Final de la reconquista

Una vergonzante historia que muchos no conocen y que otros se encargan muy bien de ocultar.

Publicado: 16/01/2019 ·
09:33
· Actualizado: 16/01/2019 · 09:35
Autor

Rafael Fenoy

Rafael Fenoy se define entrado en años, aunque, a pesar de ello, no deja de estar sorprendido cada día

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En este blog se pretende compartir análisis, reflexión y algo de conocimiento contigo persona lectora

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Hay quienes aún viven el presente cual de un final de la reconquista se tratara. La festividad de la conquista de Granada por los reyes católicos pone cada año el asunto en el ojo de la disputa, ya que algunos políticos asocian la bandera nacional, la rojo y gualda, aquella de forma y colores como la que hace más de dos siglos Carlos III instituyó como referente de la corona de los Borbones en España.

Y nadie sabe cómo se puede vincular acontecimientos históricos tan diferentes y alejados en el tiempo con la enseña nacional.  Tampoco nadie explica cómo se puede conmemorar una “conquista”, cuando de hecho las capitulaciones fueron un acuerdo o tratado que fue respetado mientras los Reyes Católicos residieron en Granada, ya que al poco de irse el Cardenal Cisneros, al que dejaron al cargo del reino recién integrado en la corona de Castilla, le faltó tiempo para romper fraudulentamente todas las “garantías” ofrecidas a los musulmanes de Granada, y que por ellas estos aceptaron el gobierno de Castilla.

Castilla lejos de respetar las propiedades, religión, leyes, usos y costumbres de la población musulmana,  a cambio de obediencia a la corona castellana, se dedicó a imponer los usos y costumbres castellanas a las gentes musulmanas, a reprimirles por profesar su fe, arrebatándoles sus propiedades, ultrajándoles públicamente …  A eso, con la bandera nacional en la mano, ¿cómo se le llama?.  Aquellas personas que confieren honor a la enseña nacional, deberían conocer que la historia de la llamada “toma de Granada” no encierra ningún acto heroico y menos aún honorable, ya que desamparado una vez “el vencido” se le somete al mayor de los escarnios. Una vergonzante historia que muchos no conocen y que otros se encargan muy bien de ocultar.

 

Fdo Rafael Fenoy Rico 

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