El tiempo en: Sanlúcar

Sin Diazepam

Mis deseos para el año que viene,,, que se vayan a tomar por culo todos los tontos

Pues bueno, otro año más que se va al carajo dejando un hueco en el calendario de nuestras vidas. Un año más del que dentro de poco hablaremos en pasado

Publicado: 22/12/2023 ·
17:21
· Actualizado: 22/12/2023 · 17:23
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • A los que solo se miran en el espejo. -
Autor

Younes Nachett

Younes Nachett es pobre de nacimiento y casi seguro también pobre a la hora de morir. Sin nacionalidad fija y sin firma oficial

Sin Diazepam

Adicto hasta al azafrán, palabrería sin anestesia, supero el 'mono' sin un mísero diazepam, aunque sueño con ansiolíticos

VISITAR BLOG

Pues bueno, otro año más que se va al carajo dejando un hueco en el calendario de nuestras vidas. Un año más del que dentro de poco hablaremos en pasado… Para los optimistas, un año más vivido. Para los pesimistas, un año más cerca de la tierra y las cenizas. En fin, que cada cual escoja su puñetera filosofía y la disfrute como más le convenga.

Un futuro que se vuelve presente y un presente que se transforma en pasado… siendo el ahora lo más efímero y aún así, lo más importante y lo más bello. Pero dejémonos de filosofía barata y de prosa enlatada, porque lo importante es fijar mis deseos para el año que viene o como se le llama también, m

En mi caso, no observo muchas diferencias con un septiembre cualquiera o un abril desmenuzado… es el tiempo al que le pusimos nombre y hora para tratar de controlarlo, para tratar de organizarnos, pero la realidad es que el tiempo es anónimo e incontrolable… es una sucesión no tan cíclica de espacio, movimiento y oxidación, ordenados en un pasado y un futuro, con un presente que se diluye al instante. Un futuro que se vuelve presente y un presente que se transforma en pasado… siendo el ahora lo más efímero y aún así, lo más importante y lo más bello. Pero dejémonos de filosofía barata y de prosa enlatada, porque lo importante es fijar mis deseos para el año que viene o como se le llama también, mi cartita a los Reyes Magos de Oriente.

Ya saben, para lavarme las manos al estilo Pilatos, lo primero que pido es Paz en el mundo, salud, amor en los corazones y que ningún estómago pase hambre, ni sed. Lo segundo, es que se vayan a tomar por culo todos los tontos (y las tontas). Para ello propongo eliminar la etiqueta de ‘no ingerir’ en las botellas de lejía… Solo dejar un dibujo para que no caigan en la trampa los niños. Y cuando hablo de tontos, hablo de los gilipollas, de los imbéciles, de los capullos, de los cabrones, de los malvados, de los estúpidos, de los que se creen algo, de los que se creen que están por encima de los demás, de los que miran con desdén, de los que juzgan sin tener la más mínima idea, de los que jamás se ponen en los zapatos del otro, de los que dejaron a un lado la empatía, de los que aman los espejos, de los que tienen la mirada atrofiada, de los que rehúyen de la belleza, de los que no aprecian lo que tienen, de los que ambicionan tener más cosas pero no ser mejor persona. Hablo de los que se sienten orgullosos de decir que no leen y que si es bueno el libro, pues esperarán a que hagan una película. Hablo de los que predican por las redes sociales sus putas paranoias. Hablo de los ignorantes que se bañan en sus asquerosas verdades absolutas. Hablo de los que jamás tienen dudas. Hablo de los que enarbolan banderas al grito de vivan las fronteras. Hablo de los que no entienden que hay un dios inventado y éste depende del lugar en el que te paren, del lugar donde uno haya nacido. Hablo de los que niegan que la pobreza, la miseria, el hambre, la violencia, influya en quiénes somos y en cómo actuamos… los que niegan que yo soy yo y mis circunstancias, los que desprecian a Ortega y Gasset… Hablo de los que saben más que los médicos porque han visto Cuarto Milenio. Hablo de los que no aman, ni quieren aprender a amar. Hablo de los que nunca han tratado de desaprender. Hablo de quienes se niegan a reconocer sus infiernos y sus defectos. Hablo de los que se mienten y mienten diciendo que son perfectos. Hablo de quienes maltratan. Hablo de quienes destruyen la infancia. Hablo de los que fomentan las guerras. Hablo de quienes privatizan el alma. Hablo de los que jamás se detienen a observar el pasado a través del brillo de una estrella. Hablo de los que escupen a la luna. Hablo de los falsos profetas. Hablo de los que se esconden tras tirar piedras mediante el teclado de un ordenador. Hablo de los que la envidia los devora. Hablo de los que están más pendientes de las otras vidas que de la suya propia. Hablo de esa gente triste que solo sonríe en Instagram. Hablo de los que van por la vida sumidos heridos por su propia alma ahíta de fealdad. Hablo de quienes critican y critican y critican la paja en el ojo ajeno, dejando a un lado la puta viga que le ciega al suyo. Hablo de los que en el sufrimiento hacen distinciones, tócate los cojones.

En tercer lugar, pido un pene más grande, que mis niños vuelen alto, que mi pareja no deje de amarme y que yo jamás deje de ser tan maravilloso, tan buena gente y tan inteligente… Que me amen y que me ame como hasta ahora porque no he visto en este mundo mejor persona que yo mismo, exceptuando a todos mis mucho mejores amigos.

Y en cuarto lugar, que se vayan a tomar por culo los tontos que tienen el ego muy subido porque a esos no los puedo ver… Y a Younes también.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN