El Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) exigió respetar las indicaciones geográficas de la Unión Europea en el acuerdo comercial
El Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) exigió respetar las indicaciones geográficas de la Unión Europea en el acuerdo comercial que negocian la UE y Mercosur, y también instó a mejorar el acceso al mercado de las bebidas fabricadas en el club comunitario.
El CEEV recalcó en un comunicado que el pacto solo se debe firmar "si incluye medidas para una protección efectiva de las indicaciones geográficas del vino".
"No se trata solo del acuerdo con Mercosur, las implicaciones para nuestras indicaciones geográficas del vino van más allá", dijo el presidente del Comité Europeo de Empresas del Vino, Jean-Marie Barillère, quien añadió que "un fracaso de la UE" en ese asunto "sería particularmente dañino, a la vista de otras negociaciones" que los Veintiocho ya tengan en marcha o puedan abrir en el futuro con otros socios comerciales.
Asimismo, los empresarios del sector apuntaron que el acuerdo debe "mejorar significativamente" el acceso a los mercados que tienen los vinos europeos mediante la eliminación de los aranceles aplicados a esas bebidas alcohólicas y permitir de ese modo "que los productos de la UE compitan en igualdad de condiciones".
"El vino no puede perder la oportunidad. Hoy estamos compitiendo con países que no hacen frente a las mismas restricciones que nosotros", afirmó el secretario general del CEEV, Ignacio Sánchez Recarte.
Agregó que a los vinos comunitarios "les podría ir mucho mejor en los mercados del Mercosur" (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).
"Por eso, el acuerdo debe garantizar la eliminación de los aranceles para los vinos de la UE en un plazo de tiempo razonable", indicó Sánchez Recarte.
En cualquier caso, el sector vinícola reconoció que "siempre ha estado a favor de un pacto ambicioso".
Las negociaciones para un amplio acuerdo de asociación -basado en la cooperación, el diálogo político y el libre comercio- entre la UE y el Mercosur se iniciaron en Buenos Aires en abril del año 2000 y desde entonces se han celebrado más de una treintena de rondas de negociación, un proceso complejo, incluso con bloqueos de muchos años.
En los últimos dos años se han sucedido los comentarios de optimismo que predecían un acuerdo en plazos cortos, pero todos ellos han pasado sin que haya logrado cerrarse el acuerdo.
Este mismo mes, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que un pacto entre los Veintiocho y Mercosur era inminente, pero Bruselas pidió cautela.
La semana pasada la UE y Mercosur iniciaron una nueva ronda de negociación técnica con vistas a lograr los avances necesarios para convocar una reunión a nivel ministerial en la que se dé un impulso político clave a las tratativas.