El secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltán Illés, insistió en la posibilidad de que la balsa que provocó el vertido del día 4 termine de fracturarse, lo que causaría una nueva fuga tóxica.
Illés explicó que siguen aumentando de tamaño las grietas en la balsa, donde ya hay un boquete de unos 20
metros de ancho y cuyos muros norte y oeste amenazan con desplomarse.
Una de las fisuras tiene ya 55 centímetros, después de haberse ensanchado 1,5 centímetros.
Pese a ello, el Gobierno mantiene que no hay riesgo para los vecinos al entender que el dique de protección construido, en previsión de una nueva fuga, es suficiente protección.
“El dique de contención da la suficiente seguridad a los habitantes de Kolontár”, aseguró el secretario de Estado
de Medio Ambiente, Zoltán Illés, según recoge la agencia MTI.
El pueblo fue evacuado el sábado ante el peligro de que se fracturara totalmente la balsa de la el pasado día 4 se escapó la ola de lodos contaminantes.
Desde entonces, las autoridades permitieron a algunos vecinos acceder a sus propiedades para alimentar a sus animales de granja.