El organismo, dependiente de la Fundación María Zambrano, se inauguró oficialmente en 2008 con el objetivo de recuperar, catalogar y divulgar la obra de los creadores que tuvieron que marcharse de España con motivo de la Guerra Civil, aunque su labor de recopilación documental comenzó años antes.
Entre 2005 y 2008, sus responsables buscaron en países como Cuba, Puerto Rico, México, Chile o Argentina todo tipo de material sobre los exiliados.
Así se han reunido trabajos inéditos, primeras ediciones y material perdido de los intelectuales españoles que tuvieron que abandonar el país, y se ha conseguido una biblioteca de más de 2.000 libros y 150 revistas con títulos originales de los años treinta, cuarenta y cincuenta.
En declaraciones a Efe, el director de la institución, el ensayista José Luis Abellán, ha afirmado que el exilio es “una categoría cultural que define al ser humano como tal”, y ha defendido la existencia de un centro para su análisis.
Abellán ha explicado que la necesidad de crear el Centro de Estudios sobre el Exilio surgió en el seno de la Fundación María Zambrano, puesto que la filósofa, “aunque representante del exilio y además muy representativa, no era más que una entre los miles de exiliados que se produjeron”.
El también historiador de la filosofía y expresidente del Ateneo de Madrid ha asegurado que todos los hombres, de alguna manera, son exiliados, y ha añadido que los seres humanos son “peregrinos en el mundo, ya que han sido expulsados, según las distintas tradiciones religiosas”.
“En el cristianismo, el destierro de Adán y Eva del paraíso terrenal nos hace exiliados, y en las tradiciones religiosas orientales, con la separación del uno primordial, se crea una dualidad que es un problema que define trágicamente al hombre”, ha detallado.
Abellán considera que los intelectuales españoles que se tuvieron que enfrentar a esta situación reflexionaron sobre el tema y le dieron una dimensión filosófica y cultural “de primer orden”.
