La secta del Bizcocho inunda el Gran Teatro Falla de felicidad y buen humor. El primer pasodoble, siguiendo la estructura de anteriores pases, pone en el foco a la religión. Sin ánimo de ofender, se declaran “en contra de todo lo que nos divide”. Bien tirado. El segundo va para el Carnaval, que es lo único que no es mentira. Tiene buenos golpes y su toque de crítica. En los cuplés se lo juegan todo a letras muy frescas y se nota negativamente en la interpretación. El primero va para el Papa, que “lo está llamando el jefe para la oficina”. El segundo es para la mujer que está destapando conversaciones con futbolistas conocidos. A los del Cádiz los deja en visto...
Lo mejor Asumen riesgos al tirar de temas de máxima actualidad y se agradece
Lo peor La frescura de los cuplés provoca que se resienta la interpretación