El ataúd llegó a la plaza de toros procedente de la parroquia de San Bernardo, en el barrio sevillano del mismo nombre, en la que había comenzado a mediodía el funeral en memoria de quien estaba considerado como una de las principales figuras del escalafón taurino de la segunda mitad del siglo XX.
En ese mismo templo, Diego Puerta fue bautizado hace 70 años y en él tiene la sede canónica la hermandad del Cristo de la Salud y la Virgen del Refugio de la que era cofrade.
Al acto religioso han acudido numerosos matadores de toros y representantes de todos los estamentos del mundo taurino, que acompañaron a los restos mortales y a su familiares durante su traslado hasta La Maestranza.
En la embocadura de la Puerta del Príncipe, el fiscal del cuerpo maestrante, Santiago Léon Domecq, recibió a los familiares y franqueó la entrada al cortejo fúnebre al ruedo de La Maestranza en el que dio la vuelta al ruedo acompañado de los últimos vítores de "torero, torero".
Seguidamente, los restos de Diego Puerta fueron trasladados al crematorio de la localidad sevillana de La Algaba para ser incinerado en la intimidad familiar.
Entre los asistentes a los actos se encontraban matadores como Paco Camino y Santiago Martín 'El Viti', sus compañeros de tantas tardes; Manuel Benítez 'El Cordobés', Curro Romero; Andrés Vázquez, José Luis Galloso, Juan Antonio Ruiz 'Espartaco', Manuel Ruiz 'Manili' ó Tomás Campuzano.
Poco antes del comienzo del funeral en la parroquia de San Bernardo, Manuel Bénitez 'El Cordobés' definía a Diego Puerta como "una gran amigo, un hermano y un monstruo de los que te apretaban las tuercas en la plaza".
El diestro salamantino Santiago Martín 'El Viti', su compañero de tantas tardes señalaba que "llevaba bastantes días muy preocupado y siempre te agarras a la última esperanza pero tenemos que recordar las muchas cosas buenas que compartimos dentro y fuera de la plaza".
El cadáver de Diego Puerta, que falleció en la madrugada del miércoles en su casa de Camas (Sevilla) a causa de un fallo multiorgánico, había sido trasladado en la tarde de ayer al Ayuntamiento de Sevilla donde se instaló una capilla ardiente en la que ha recibido el último homenaje de cientos de personas.