El dominio del Villarreal encontró recompensa en un partido controlado por el conjunto visitante frente a un rival que apenas tuvo opciones tras jugar con diez durante casi ochenta minutos como consecuencia de la expulsión de su portero Keylor Navas.
Esta acción condicionó el encuentro, ya que obligó al Levante a realizar un gran esfuerzo desde la expulsión y el inmediato 0-1 (m.13), hasta el 0-2 (m.75), lo que le permitió mantener la tensión a la espera de que alguna ocasión aislada le diera el empate.
Por su parte, el Villarreal se mostró inicialmente confiado en que la ventaja de su superioridad podía ser suficiente, pero en la segunda parte, en la que falló varias oportunidades, tuvo que ser más incisivo para garantizar el triunfo.
El comienzo del partido ya fue de dominio del Villarreal, que planteó un 4-4-2 con Uche y Pereira en punta frente a un Levante que situó a Simao por delante de la defensa, con tres hombres más avanzados y El Zhar y Babá en ataque.
Sin embargo, esa dinámica duró sólo diez minutos, los que transcurrieron hasta que Keylor Navasa cometió un penalti sobre Uche y fue expulsado. Javi Jiménez salió en sustitución de Xumetra y recibió el 0-1 tras un buen lanzamiento de Bruno Soriano.
El escenario había cambiado por completo. El Levante varió la posición de sus jugadores en el campo con cuatro hombres en la medular y Babá solo en ataque.
El dominio pasó a ser del Villarreal, aunque el equipo de Marcelino García Toral no apretó el acelerador.
Poco después el Levante vivió una nueva contrariedad, la lesión de Babá. Paradójicamente la entrada de Rubén en su lugar benefició al equipo local, que hizo el mejor de los partidos posibles en inferioridad.
Impidió que el Villarreal le asediara más de lo esperado y tuvo un par de tímidas opciones en ataque, a las que dio réplica el equipo visitante con más peligro que fútbol en un remate de Hernán Pérez al larguero y, después, en un magnífico disparo de Bruno que paró Javi Jiménez poco antes del descanso.
El Levante salió con mucha intensidad tras el descanso. Era la forma de comprometer al Villarreal, que no se sentía cómodo a pesar de la superioridad numérica y del desgaste físico del Levante.
A medida que pasaron los minutos, el Villarreal se acercó con más facilidad a la meta local, pero sus remates, algunos muy inocentes, fueron detenidos sin problema por Javi Jiménez.
El 0-1 y la intensidad del Levante mantenían la emoción en un partido en el que las constantes recuperaciones de balón del Villarreal iban acompañadas de definiciones muy pobres, con balones desviados o fáciles de detener para el meta local.
El trabajo del Levante no tuvo premio. La constancia del Villarreal, sí y en la enésima aproximación del equipo visitante, Uche hizo el 0-2 en un remate por bajo.
Con ese gol quedó resuelto el encuentro a pesar de que el Levante no dejó de pelear y el Villarreal dispuso de alguna opción para ampliar el marcador, algo que consiguió Uche en el minuto 89 al aprovechar una de ellas.