El cierre de la única oficina bancaria que hay en Vallesequillo el próximo 29 de octubre obligará a los vecinos a realizar sus gestiones en otra sucursal de la calle Diego Fernández Herrera, en Madre de Dios, a la que se trasladan automáticamente más de 3.500 cuentas de clientes. Esta medida, de la que los afectados se han enterado hace pocos días a través de cartas, no les ha hecho ninguna gracia y ha provocado que muchos se movilicen recogiendo firmas para protestar. “Nos quedamos atónitos cuando recibimos la carta; no nos lo esperábamos porque esa oficina tiene mucho movimiento, pero ya no hay marcha atrás”, señala Ramón Hierro, presidente de la asociación de vecinos de Vallesquillo.
El malestar de este traslado a la fuerza hasta Madre de Dios es generalizado, pero es especialmente acusado en los mayores que cada mes van a cobrar sus pensiones, puesto que desde el día 30 deberán hacer un trayecto a pie que cualquier joven puede completar en cinco minutos pero que, en su caso, puede alargarse más de un cuarto de hora. “Los vecinos están indignados, porque estos traslados para cobrar incitan también el choriceo”, agrega Hierro, que la próxima semana convocará protestas en la calle para denunciar los perjuicios de esta medida. Hay que tener en cuenta que los mayores acostumbrar a retirar su paga cada mes y suelen llevar el dinero encima. Son el colectivo más vulnerable a la hora de los atracos. “Si ya es peligroso en tu propia barriada, imagínese si un anciano tiene que irse andando un buen trayecto hasta llegar a su casa después de cobrar”.
Lo mismo ocurre a la hora de aparcar para los que tengan que desplazarse en coche. “Allí apenas hay aparcamientos, a no ser que te metas en el parking subterráneo, y ya un verano que cerró nuestra oficina tuvimos que acudir a esa -por la de Madre de Dios- y tardábamos hasta tres horas en la cola”, lamenta Hierro.
La entidad bancaria, por su parte, achaca a la necesidad de adecuar su presencia territorial “a la nueva realidad del mercado”, y explica que a partir del día 30 de este mes le atenderán en dicha sucursal “con la misma atención personalizada y la misma atención personalizada, con un equipo humano reforzado”, como reza en el escrito remitido a los clientes. Una justificación que a los afectados siguen sin convencerle, de ahí que más de uno se esté planteando además de las protestas, boicotear a esta entidad y animar a los vecinos a cambiar de banco.
“A esta oficina (por la de la calle Maestro Fernández Sierra de Vallesequillo) vienen vecinos de las pedanías, y casi todos los residentes de la barriada tienen allí sus cuentas, estamos hablando de más de 3.000 personas afectadas. No hay derecho a esto”, critica el representante vecinal. Por ello, aunque tienen claro que la decisión es inamovible, ello no significa que los vecinos, sobre todo los más perjudicados, no vayan a hacer ruido hasta que el cambio de oficina se haga efectivo. Así, además de las firmas, en la próxima semana realizarán una manifestación simbólica para mostrar su rechazo por esta decisión y los daños colaterales que les acarreará en las próximas semanas.
