Micrófono en mano el Hermano Mayor de la Hermandad del Huerto, José Luis Gamarro, anunciaba sobre las ocho y veinte de la tarde que su Junta había decidido realizar la Estación de Penitencia y que la salida sería a y media.
Se abrieron las puertas del Templo y los nazarenos de verde comenzarón a salir a la calle. Los costaleros ocuparon sus puestos y tras la llamada de Paco Pérez, el Señor Orando en el Huerto encaraba la puerta de Santa Cecilia.
Este equipo de costaleros le tiene cogida la medida a la puerta de salida y la sortearon sin la menor difícultad.
La Hermandad lucía veinte nuevas dalmáticas de color azul y otras rojas que daban color a la comitiva.
En el interior de la Iglesia sonaba un ave maría cantado por Ainoa Pérez que hacía las delicias de los que allí se encontraban por la mágnifica acustica de la Iglesia.
La Virgen María Santísima Consuelo de las Tristezas retiraba los zancos de las esquinas del paso para realizar la difícil maniobra de salida. El paso descendía casi hasta el suelo y la parte superior del palio pasaba a escasos milímetros de la puerta de piedra de la Iglesia de Santa Cecilia. Un año más la Virgen salía por la puerta y tras bajar la cuesta se encaminaba a la Plaza de los Descalzos repleta de rondeños espectantes para ver el palio.
Otra Hermandad que ha tenído la suerte de realizar su salida procesional a pesar de las gotas que caían cuándo el paso del Señor se puso en la calle.
