Esta parece ser la fórmula que el Gobierno socialista ha encontrado para “frenar” la emigración por mar. Los dos barcos, de apoyo de las organizaciones humanitarias que tantas vidas han salvado, se encuentran retenidos en puertos españoles impidiendo de esta forma que puedan llevar a cabo su magnífica obra humanitaria. Y la razón que se le atribuye al gobierno para este “bloqueo” es que si hacen su trabajo, de rescatar a centenares de personas en peligro de naufragar, no hay puertos en la “humanitaria” Europa mediterránea que los deje atracar, excepto España.
Además de ello, según denuncias de CGT Mar, al servicio de Salvamento Marítimo se pretende finiquitar. Sorprendentemente después de que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, felicite a Salvamento Marítimo por su 25 aniversario, mostrando “su firme compromiso, así como el del presidente Pedro Sánchez con dicha sociedad para que siga siendo un servicio público esencial de nuestro país y un referente mundial en lo que refiere al rescate de personas.”.
Las personas que trabajan en salvamento marítimo saben de lo nefasto de una felicitación seguida de reducción de recursos, llevándose a cabo la retirada de parte de los refuerzos con los que se dotó a las tripulaciones de la zona del Estrecho de Gibraltar. Posteriormente se ha producido una merma en las comunicaciones de SASEMAR sobre los servicios que se realizan para el salvamento marítimo de vidas humanas, en la zona del estrecho, donde se han dejado de publicarse en twitter, sistema que utilizaban los medios de comunicación. También se retira del servicio del “Punta Salinas”, remolcador de salvamento, sin tener disponible una unidad para reemplazarlo. Y sigue el recorte porque toca “reubicar” al personal del Centro de Tarifa en el Centro de Algeciras, es decir, cerrar el primero. ¡Qué manera de felicitar a las gentes dedicadas al salvamento en el mar.!
Y más preocupante aún, para CGT son las exigencias de los nacionalistas de trocear salvamento marítimo para mayor gloria de sus aparatos de poder autonómico. Se pretende desmembrar un servicio esencial, que actúa en todas las costas de España e incluso en aguas internacionales. Entre no dejar salir a los barcos de las asociaciones de ayuda en alta mar y las trabas a salvamento marítimo ¿qué se pretende? Por más que suene a terrible, la conclusión está servida: ¡Que se ahoguen!