Salvador Palma, que ejerce de electricista y pertenece a la plantilla de Aqualia, es uno de los sanluqueños que han vivido de lleno la tragedia que ha hundido en la tristeza a Valencia. Ha podido comprobar en tierras levantinas como muchas personas han perdido sus viviendas, sus negocios, sus vehículos y lo peor de todo a familiares y amigos. Es lo que provocó la Dana, que ha dejado ciudades destrozadas. La comunidad levantina trata de recuperar la normalidad porque la vida sigue pero tardará en llegar.
Estuvimos cerca de haber encontrado cadáveres porque seguían buscando a personas que estaban desaparecidas y podían estar dentro de los vehículosPartió hasta esta parte de España junto a otros siete compañeros. Uno de los mismos es portuense pero trabaja en Sanlúcar de Barrameda desde hace muchos años, dos de Algeciras, dos de Jaén y dos de Almería.
Salvador Palma cuenta como surgió este desplazamiento hasta Valencia: “Aqualia ofreció sus servicios e hizo un llamiento a la plantilla. Me gusta ayudar y me ofrecí como voluntaro. El punto de destino era Paterna y, al igual que mis compañeros, nos tocó Catarroja. Había que reparar las roturas de las tuberías. Las de saneamientos estaban atascadas. Había que reparar todo y por eso hacían falta especialistas”.
Permanecieron alojados en un Hotel del Centro de Valencia y durante los siete días de estancia que estuvieron en en la capital el destino siempre fue Catarroja. Señala que “nos han faltado horas. Las imágenes, por ejemplo, en los garajes son tremendas. Hemos vaciado con bombas de achique los sótanos, que estaban inundados. Estuvimos cerca de haber encontrado cadáveres porque seguían buscando a personas que estaban desaparecidas y podían estar dentro de los vehículos”.
Lamenta que “se veía mucha destrucción, nada que ver con lo que ha salido en la tele. En persona es 20 veces peor. He llorado durante 5 de los 7 días que he permanecido en Valencia. La gente, con tanta destrucción, no se ha hecho a la idea de lo que ha ocurrido allí. El agua ha llegado a estar a dos metros por encima del nivel del suelo. Te piden ayuda y es que miras a ambos lados y observas que muchos valencianos han perdido sus negocios”.
Con lo que sí se queda ante tanta desgracia es que “nos han tratado como héroes. El agradecimiento es total. Desde que he estado en Valencia veo la vida de otra manera y te das cuenta como hay gente que le da importancia a cosas que no las tienen. Se habla muy bien de Sanlúcar de Barrameda en Valencia, de los gaditanos y de los andaluces porque somos gente alegre y que levanta el ánimo en los peores momentos. Nos han dado muchas veces las gracias con gente llorando y abrazándote. Han sido muchas muestras de cariño y por eso te entran más ganas de ayudar”.
Resalta que “es una pena lo que ha ocurrido y lo que he vivido en Valencia se me quedará en la mente para siempre porque ha visto a gente que han perdido sus casas, su coches y más cosas. Ya digo que he visto mucha destrucción. Hemos convivido con muchas personas procedentes de distintos puntos de España. De lo peor que he presenciado en mi vida ha sido lo que ha ocurrido ens Valencia”.
Salvador Palma pertenece a la Asociación Deportiva Guadalquivir, un club de Sanlúcar de Barrameda que cuenta con numerosos atletas. Cuando ha afrontado las carreras, bastantes desde que practica este deporte, su objetivo era completar los recorridos en el menor tiempo posible pero Valencia se le paralizó porque como destaca en este entrevista “nos han faltado horas” y es que Valencia tardará en regresar a la normalidad, que será complicado porque lo material se puede recuperar. Lo personal, por el alto número de fallecidos, siempre quedará ahí.
La Dana ha dejado de manera provisional 222 fallecidos en Valencia, 7 en Castilla-La Mancha y 1 en Andalucía. Ha sido una de las catástrofes hidrológicas más graves que se recuerdan en España. El último desastre natural que se ha centrado principalmente la comunidad valenciana tuvo origen el pasado 29 de octubre. Fue causado por una gota fría o depresión aislada en niveles altos. Afectó a las comunidades autónomas de Aragón, Castilla-La Mancha, Andalucía, Cataluña y a Valencia. Las tormentas provocaron lluvias torrenciales que dejaron demasiados litros por metro cuadrado.
