La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas en el puerto de Algeciras (Cádiz) acusadas de tratar de introducir ilegalmente en España a dos menores de origen marroquí, a los que habían ocultado en vehículos para eludir los controles fronterizos.
Según ha indicado la Comisaría algecireña en un comunicado, los hechos tuvieron lugar en el control policial de entrada a España de viajeros procedentes de Marruecos, concretamente en el filtro de entrada de vehículos, cuando los agentes observaron a la copiloto de un vehículo "muy nerviosa", dando la sensación de que ocultaba algo bajo la túnica que vestía.
Así, comprobaron que finalmente ocultaba a una menor de 14 años que viajaba escondida entre el hueco del asiento y el salpicadero del copiloto, bajo las ropas de la mujer.
Iniciada la correspondiente investigación por parte de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación de la Comisaría de Algeciras, se ha podido determinar que la menor que intentaba introducirse en España era hija de una ciudadana marroquí residente en España y que había existido connivencia entre su madre y los hermanos que intentaron pasar irregularmente los controles fronterizos con la chica.
En consecuencia, fue detenido A.E.M., de 32 años, que conducía el vehículo, y su hermana, W.E.M., de 35 años, ambos acusados de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
En otra intervención policial, los agentes inspeccionaron un vehículo en el que viajaban I.B., de 34 años de edad, y su esposa A.D., de 26 años, que resultaron también detenidos por inmigración ilegal.
Tras el preceptivo control documental, encontraron escondido debajo del asiento del copiloto y tapado con una toalla y con las ropas de la mujer que viajaba sentada en el mismo, a un niño de tres años de edad, en un intento de que no fuera detectada su presencia en los controles fronterizos.
Posteriormente, los investigadores conocieron que el pequeño era hijo del matrimonio que viajaba en el vehículo, y que sus padres decidieron traérselo a España fuera de los cauces legales.
Los detenidos pasaron a disposición de la autoridad judicial, mientras que de los menores se hicieron cargo los órganos de protección de la Junta de Andalucía.
