Esta semana termina la excavación arqueológica que acomete la delegación de Cultura en la zona conocida como Huerta del Carmen, situada entre la urbanización Marina del Carmen y el Paseo de la Conferencia, donde se encuentran los restos del recinto defensivo de la Villa Sur.
La teniente de alcalde delegada de Cultura, Pilar Pintor, ha visitado la zona de excavación para conocer los resultados de la excavación, que tenía por objeto documentar y establecer la cronología de la construcción de la muralla y barbacana. Los trabajos están dirigidos por el arqueólogo municipal Rafael Jiménez Camino y en esta fase han participado tres peones de arqueología del Plan de Inclusión Social, que gestiona la delegación de Igualdad Social, y estudiantes de un programa de prácticas de la Universidad de Cádiz.
Pilar Pintor ha recordado que esta excavación es una primera fase de un proyecto mucho más ambicioso que pretende la recuperación y puesta en valor del recinto defensivo de la antigua ciudad medieval, “lo que contribuirá al embellecimiento de esa zona y a la recuperación de una parte importante de nuestro patrimonio histórico”.
Según indicó, la segunda fase del proyecto está prevista para el otoño, se contará con la participación de personal del plan de empleo +30 que financia la Junta de Andalucía y el Fondo Social Europeo procedente del Programa Operativo “Fondo Social Europeo de Andalucía 2014-2020” o en su caso al Programa Operativo de Empleo Juvenil, y tendrá una duración de seis meses.
Pilar Pintor ha tenido palabras de agradecimiento hacia la asociación La Trocha, por su interés en el proyecto que les llevó a visitar la excavación para conocer los pormenores de la misma para posibles aportaciones; así como a la comunidad de vecinos Marina del Carmen, “que ha colaborado con los trabajos llegando a ceder un local donde guardar los utensilios, y se ha implicado en el proyecto consciente de su importancia patrimonial y de los beneficios que puede reportarle a la zona”, manifestó.
Jiménez Camino explicó que se ha realizado un sondeo de 5x4 metros en la barbacana exterior de la ciudad, bajándose hasta 1,8 metros pero sin haberse llegado a la cimentación ni a los niveles romanos que se encuentran debajo. Durante la excavación se han podido documentar el alzado de la muralla y que existen dos sistemas constructivos diferentes: uno relativo a la primera fase de construcción de la ciudad en época meriní; y otra correspondiente a una reparación realizada en periodo nazarí, siglo XIV.
