El temporal que ha sacudido buena parte de la geografía española ha tenido su punto más álgido con la caída de árboles en la ciudad como en El Tomillar en el colegio Sagrado Corazón, que lo hizo una palmera dentro del propio patio escolar. Pero si duda alguna el que ha provocado la mayor “impotencia” ha sido el de la calle Oropéndola en la zona de El Águila (camino de Las Redes) donde los vecinos afectados han salido a lamentar una “situación que venimos denunciando desde hace ya más de dos años sin que nadie le ponga remedio a ello”.
Los residentes de la zona se quejan de la poca o nula atención recibida por parte del Ayuntamiento portuense durante todo este tiempo en el que se han visto desamparados por lo que consideran un desagravio. “Se ha atendido y arreglado toda la zona colindante y se ha mejorado los desperfectos, dejando ésta (la franja afectada) como un oasis sin reparar”.
El lugar, tal y como se puede comprobar en su tránsito, reviste serios problemas de pavimentación y desperfectos que ya “ha provocado la caída de varias personas mayores”.
A pesar de lo evidente de la situación, los vecinos han remitido en innumerables ocasiones escritos al Consistorio reclamando atención ante lo que interpretan como de máxima urgencia, dado que lo que han venido notificando, desgraciadamente, se ha visto confirmado con las últimas rachas de viento.
“Nos vemos desatendidos y muy defraudados con el Ayuntamiento. Nos dijeron que con el nuevo Gobierno local se cambiaría; el tiempo pasa y nada ha cambiado. Estamos abandonados y desprotegidos en una situación que se ha venido denunciando y de la que se ha podido prevenir”.
“Por suerte, nos asegura un residente, nadie pasaba por la acera, cuando es una zona por la que es muy común que pasen los niños cuando vienen o van del colegio”, se lamenta.
¿Y ahora qué?
La caída del árbol y de la que ha caído sobre las vallas de dos viviendas colindantes, provocó en su impacto que incluso las puertas del butano y de algunos muebles estallaran tras el fuerte golpe producido. Tras el susto y después de la impotencia de la situación vivida, ahora toca valorar los daños provocados por el árbol, el que aún seguía este martes sobre la fachada de la casa.
La valoración de los destrozos será cuantiosa y a la dejación municipal, ahora, el capítulo a solucionar es quién se hará cargo del estropicio. “Nos hemos puesto en contacto con el seguro -nos dice el vecino afectado- y no nos asegura que se haga cargo del deterioro, por lo que la sensación de malestar aumenta tras el tiempo que llevamos reclamando mejoras, por el susto y por no saber si al final tendremos encima que pagar todo esta historia”.
