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Málaga

Sigue la huelga de Limasa tras el nuevo desencuentro entre Ayuntamiento y comité

Al no aceptar la última propuesta, se vuelve a la anterior, según Jiménez, quien critica que este paro tenga "un carácter político"

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La huelga de limpieza en Málaga continúa después de que el plazo dado por el alcalde, Francisco de la Torre, para que los trabajadores de Limasa se pronunciaran sobre su última oferta, cuya aceptación conllevaba la retirada inmediata del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), se haya cumplido esta pasada medianoche sin respuesta positiva por parte de la plantilla y pese al último intento del concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, de desbloquear el conflicto con un encuentro con los representantes sindicales. Ante esto, el Ayuntamiento endurece su propuesta.

   Tras reuniones internas en la mañana de este pasado domingo en el Ayuntamiento, el edil de Medio Ambiente mantuvo un encuentro en las instalaciones de Los Ruices con los representantes del comité de empresa en búsqueda de un acuerdo que permitiera desconvocar el paro en el servicio de limpieza, que ha superado ya los tres días. La conclusión: se trata de "una huelga de carácter político", según Jiménez, mientras que los trabajadores lamentan que "no haya propuestas reales".


   El punto conflictivo sigue centrándose no en una cuestión económica, sino en la distribución de la jornada laboral, en concreto, en los seis días de descanso que no tendría la plantilla por trabajar uno de cada cuatro sábados en el periodo considerado de verano --de mayo a octubre-- y que el Ayuntamiento planteaba compensar con seis días de vacaciones en invierno --de noviembre a abril--.


   La alternativa planteada este domingo por parte del Ayuntamiento y la empresa ha sido que los operarios fijos fueran rotando para trabajar los festivos que realizan los eventuales y éstos, por su parte, se encargaran de los sábados del periodo estival, de manera que no aumentaran su jornada laboral a 35,8 horas por semana, sino que mantuvieran las 35 horas. "Era una manera de que todos saliéramos victoriosos y nadie perjudicado", ha afirmado Jiménez a los periodistas.

   Al no aceptar esta propuesta y expirar el plazo, se retira y se vuelve a la alternativa del jueves por la mañana, de modo que se elimina la paga de productividad --pierden los últimos 368 euros brutos acordados--, aunque sí hay actualización del plus de antigüedad; las vacaciones se distribuyen a lo largo de todo el año, con 15 días en el verano y otros tantos en el invierno --no se habla ya, por tanto, de los seis días adicionales--; la jornada laboral es de lunes a viernes y en verano, un sábado de cada cuatro; también se quita la cesta de Navidad; se reduce a la mitad el vestuario, y desaparece el complemento que abona la empresa en caso de baja por enfermedad durante el primer mes.

   Esta propuesta implica un mayor ahorro a cargo de los gastos de personal, frente a la anterior, que no llegaba a los seis millones de euros planteados, sino que se quedaba en unos 5,2 millones. La diferencia, "con el objetivo de evitar la huelga", iba a ser asumida por el Ayuntamiento, pero "si el ciudadano ya está sufriendo los perjuicios del paro, no tiene sentido que hagan ellos ese esfuerzo, sino que ahora serán los trabajadores los que tendrán que hacerlo", ha advertido el edil de Medio Ambiente.

AMPLIACIÓN DE LOS SERVICIOS MÍNIMOS

   Ante la situación actual, con 1.200 toneladas de residuos sin recoger en las calles, Limasa pedirá este lunes a la Junta de Andalucía que amplíe los servicios mínimos y acepte su propuesta inicial del cien por cien en el centro histórico y zonas comerciales y del 85 por ciento en el resto de los distritos --los fijados por el Gobierno andaluz son del 65 y el 40 por ciento, respectivamente--.

   Jiménez ha justificado esta petición aludiendo a los problemas de seguridad que pueden darse, ya que hay calles del centro histórico que acumulan tal cantidad de basura que podría dificultar la evacuación de personas ante una posible emergencia.

   El concejal, quien ha lamentado que "en un ejercicio poco democrático" no se haya convocado una asamblea de trabajadores para que votaran aceptar o no la propuesta municipal, ha insistido en que "si ya hemos aceptado al cien por cien las propuestas de la plantilla y hemos tenido como respuesta la no desconvocatoria de la huelga, la conclusión es que es una huelga de carácter político, con la que hacer daño a la ciudad". De todos modos, ha precisado, que si no hay un acuerdo, el 1 de enero entrará en vigor el ERTE, que afectará a todos los operarios.

   Ha recordado que cada empleado que va a la huelga deja de ingresar diariamente 80 euros netos, por lo que ha pedido a los representantes de la plantilla que "no impidan ejercer su derecho a trabajar a aquellos operarios que sí lo deseen".

   Por último, el responsable municipal de Medio Ambiente ha agradecido la colaboración prestada por los ciudadanos, pero sí ha solicitado a comerciantes y hosteleros "un plus de responsabilidad" a la hora de depositar la basura en los contenedores, de manera que se produzca "el menor impacto posible".

COMITÉ DE EMPRESA

   Para el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte (UGT), "después del cambio de impresiones mantenido este domingo con el concejal, estamos en la misma posición, por lo que la huelga seguirá". Una situación que, según ha admitido, "lamentamos".

   "No entendemos que sí haya acuerdo en la cuestión económica y, sin embargo, el problema surja en la jornada laboral", ha señalado a Europa Press el representante sindical, quien ha dicho al alcalde que "si no se ha convocado una asamblea es porque no hay nada que debatir".

   De igual modo, Belmonte se ha mostrado especialmente crítico con el regidor del PP porque "parece que quiere trasladar la imagen de que el comité de empresa y los trabajadores de Limasa estamos divididos y no es así".

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