El número de autónomos crece, especialmente en la capital, a pesar de la crisis económica. Ha pasado de los 102.000 a los 106.000 en este período –de siete años- de acuerdo con los datos que ha hecho públicos la Confederación de Empresarios de Málaga.
Para que esta cifra siga creciendo y, sobre todo, para que las empresas se mantengan y disminuya su tasa de mortalidad -que reconocen es elevada-, la Confederación ha editado un manual práctico. Se denomina ‘¿Cómo ser autónomo y no morir en el intento?’. Una guía práctica disponible en la web de la CEM, www.cem-malaga.es.
Su presidente, Javier González de Lara, ha aprovechado la presentación de este libro para reclamar a las administraciones públicas “más respaldo y menos trabas”.
Málaga es la quinta provincia española que mayor número de nuevas altas de autónomos detecta, tras Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante. Pero los trabajadores necesitan apoyo, sostiene González de Lara.
Unos 2.000 desempleados al año solicitan el pago único del desempleo para emprender un negocio, ha indicado.
González de Lara propone, como medida de ayuda, una cuota de 50 euros mensuales a modo de tarifa plana de cotización para los autónomos más jóvenes durante un año, y no durante seis meses, como existe en la actualidad.
El segundo año de vida de una empresa pequeña es especialmente crítico, ha recalcado el máximo representante de la CEM. Dos de cada tres negocios mueren entonces. Las dificultades financieras, la debilidad de la idea de negocio o las discrepancias entre socios están entre las principales razones.
Al quinto año, una empresa se puede considerar viable. En el caso de Málaga, los principales sectores donde se agrupan estos autónomos son el comercio, la hostelería, la construcción y las industrias auxiliares a la construcción.