La aerolínea Condor confirmaba esta semana que a partir de finales del mes de junio comenzará a operar de nuevo con el aeropuerto de Jerez para la llegada de turistas alemanes a nuestra provincia. Llegado el momento ya se habrán resuelto muchas de las dudas que aún mantienen en vilo a los ayuntamientos de la costa, pendientes de la reapertura de sus playas según las indicaciones establecidas por la Junta de Andalucía, aunque todos confían en la recuperación de la actividad turística y económica antes de la llegada de julio, pese a que puedan quedarse sin atractivosd, como el Concert Music Festival en Sancti Petri o las Carreras de Caballos de Sanlúcar.
Lo primordial, tanto en los casos citados de Chiclana y Sanlúcar, como en cualquier otro municipio del litoral gaditano, es tener las playas acondicionadas para su apertura oficial. En Chiclana, donde esta semana ya se ha permitido el paseo y la actividad deportiva, destinarán casi un millón de euros a adaptar las playas a la nueva realidad post-Covid. “Para nosotros lo importante es que entremos bien fuerte en junio con el turismo nacional, y que desde julio llegue el internacional, porque nos permitiría seguir otoño e invierno con el turista alemán, y a partir de ahí podríamos garantizar una buena temporada hotelera”. Es, al menos, la previsión con la que cuenta el alcalde de Chiclana, José María Román, quien confía en que a medida que avance el verano, los hoteles hayan podido activar todas sus plazas hoteleras.
Eso no significa que deje de ser realista, y admite que “va a ser duro”, al menos hasta que se permita la movilidad entre provincias. “Esta provincia responde a lo que quiere el turista: espacios abiertos, seguridad. Este destino lo da como pocos. Estamos en mejor parrilla de salida”.
En Sanlúcar también se trabaja en la adaptación de las playas, aunque su alcalde, Víctor Mora, lamenta la falta de ayudas para que los ayuntamientos puedan seguir los requerimientos de la Junta. “Estamos montando las playas tal como dice nuestro plan de playas y viendo las alternativas que tenemos para ver lo que nos piden. Si dicen que no puede haber duchas con mecanismos, pues no podremos poner dudas, y si hay que ponerse a contar la afluencia, reduciremos los accesos a la playa, aunque eso es imposible. Cualquiera que conozca nuestras playas sabrá que se puede ir andando por la orilla desde Bonanza hasta Chipiona y sería difícil ese control”.
Sanlúcar empieza a vivir de lleno el verano a partir de mediados de junio, y por eso mismo el alcalde espera que a partir de esta fase 2 la mayoría de bares y restaurantes empiecen a abrir, “porque es una cuestión de confianza”.
Tanto en Sanlúcar como en Chiclana están pendientes asimismo de dos citas fundamentales: las Carreras de Caballos y el Concert Music Festival. Tanto en uno como en otro caso parece “difícil” su celebración. Las primeras aún tienen cierto margen de tiempo para evaluar las opciones, el segundo lo tiene “complicado”, e incluso el alcalde es partidario de su suspensión, “ya que no podemos bajar el nivel de lo conseguido”.
Tampoco hay que olvidar en la provincia el turismo de interior, donde ya se están reactivando las reservas, como resalta la alcaldesa de Prado del Rey, Vanesa Beltrán. “Nos alegra que haya movimiento, porque vivimos de esto en gran parte”. También de la marroquinería, cuyo sector lleva más de dos meses paralizado. “La actividad es nula ahora. Al comenzar el estado de alarma no nos tembló el pulso al decretar el cierre de las fábricas ante el riesgo de contagios entre sus empleados, pero en este momento se encuentran sin materia prima para seguir con su labor, ya que procede de otros países”.
Son decisiones difíciles, entre las que la alcaldesa serrana ha tenido que incluir hace unos días la de mantener cerrada la piscina municipal durante todo el verano, “porque no podemos garantizar la seguridad de los vecinos. Son decisiones difíciles pero acertadas. El año que viene daremos una vida distinta al pueblo, pero la salud es ahora lo más importante”, subraya Vanesa Beltrán que, como los primeros ediles de Chiclana y Sanlúcar, aún mantiene su optimismo en el turismo.