La mujer del principal acusado en el juicio del llamado 'caso Alhambra', Joaquina D.H., que también está procesada en la causa, ha negado que consiguieran entradas al monumento "fuera del circuito legal" y ha sostenido que este caso responde a un "cúmulo de odios y envidias" cuya finalidad es "hundir" a su marido.
Además de Joaquina D.H., socia de la agencia de viajes Daraxatour, este jueves han declarado ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Granada en calidad de acusados dos hijos que la pareja tiene en común, también vinculados con esta empresa.
La Fiscalía considera que los cuatro miembros de esta familia, junto con algunas personas más, encabezaban una supuesta trama delictiva que sienta en el banquillo de los acusados a un total de 49 personas para los que se piden penas de entre cuatro y nueve años de cárcel.
Joaquina D.H. ha relatado que se involucró en la gestión de Daraxatour en 2005, a raíz de los "problemas" que su marido tuvo con su hermano y la mujer de éste en la otra agencia de viajes investigada en la causa, Washington Irving S.L.
Ha reconocido además que ella aconsejó a su marido que no "montara" Washington Irving S.L. con su hermano porque "ganaba cinco y gastaba diez" y "llevaban mucho tiempo" ayudándole cuando tenía problemas económicos.
Su papel en Daraxatour consistía en "confirmar, cancelar o modificar" las entradas al monumento para los grupos de turistas, pero ha defendido que "nunca" facilitó el acceso de visitantes sin tique.
Como ya hiciera su marido, ha achacado los posibles desfases en los accesos de turistas a la Alhambra en el llamado "sistema de compensación", por el que una entrada colectiva era dividida entre varios grupos de visitantes, pero sin superar el número de personas fijado en la misma ni incumplir el horario de entrada a los palacios nazaríes para no exceder el aforo permitido.
"Las compensaciones existieron siempre y dejaron de existir cuando detuvieron a mi marido", ha clamado la acusada, achacando la causa a un "cúmulo de envidias y odio" y afirmando que todas las represalias se tomaron tras el arresto de él.
Sobre las entradas de la Alhambra que fueron intervenidas por la Policía en la vivienda familiar, ha señalado que sobraban porque o bien no se pudieron vender para el día que se habían reservado o porque eran de turistas que las pagaron pero que finalmente no pudieron ir al monumento, de modo que ya no podían ser usadas.
LOS HIJOS
Posteriormente ha declarado la hija de esta acusada, Belén C.D. que, tras escuchar algunas de las conversaciones telefónicas grabadas durante la investigación, ha negado que entrara alguna vez en el recinto con turistas sin entrada y ha explicado que aunque en 2004 ya aparece como administradora de la empresa Daraxatour, en esa época estaba estudiando.
No sería hasta finales de 2005, según ha dicho, cuando empezó a involucrarse en la actividad acompañando a su padre al monumento para conocer cómo se gestionaban los grupos y, en general, los métodos de trabajo.
En la línea de lo que ya declaró su progenitor, ha sostenido que cuando se produjo el registro de la vivienda familiar "nadie le notificó el auto de entrada y registro" y tampoco se requirió su presencia durante las actuaciones en Daraxatour a pesar de que figuraba como administradora.
Esta ronda de declaraciones de familiares ha sido cerrada por el otro hijo del matrimonio, Francisco Javier C.D., quien se ha desvinculado de las empresas alegando que "en su día firmó muchos papeles en un ámbito familiar" porque su padre se lo pidió.
Así, ha dicho no poder explicar "a qué empresa pertenecía ni en qué porcentaje" pues durante los años objeto de investigación él era ciclista profesional y "su vida real" no tenía "nada que ver". "Sabía que firmaba papeles para el negocio de la familia pero poco más", ha declarado.