Unas 3.000 personas, tanto sanluqueños como visitantes, pudieron disfrutar de un gran espectáculo del motor con la celebración del Freestyle que se celebró en la histórica Plaza de Toros de El Pino. Cinco fueron los pilotos que hicieron las delicias de mayores y pequeños en el coso taurino, que fue reformado en su anillo de albero debido a lo espectacular de esta modalidad donde los pilotos vuelan, sin comillas, con acciones arriesgadas.
Cabe lamentar la ausencia por lesión del experimentado piloto Dany Torres, que fue suplido por José Carpín. Los otros cuatro que compusieron el cartel fueron Adrián Garrido, Leo Fini. Abraham Parra y Evan Mullarkey.
El tendido fue cubriéndose de aficionados que tenían muchas ganas de pasar una buena noche. La organización hizo esperar durante algunos minutos el comienzo para que hubiera una oscuridad ideal debido a la puesta en marcha de luces y fuegos artificiales. Los pilotos fueron presentados uno a uno y a mediada que se acercaba el inicio del espectáculo el ambiente fue creciendo. Una hora y media de duración de saltos interminables y de un público entregado. Todo salió como estaba previsto y los aficionados dejaron El Pino con un buen sabor de boca.
Hay que tener en cuenta que la organización afrontó días muy intensos para la celebración de una gran espectáculo porque la Plaza de Toros de Sanlúcar tiene dimensiones más pequeñas de las que pueden tener otras. El montaje fue peculiar. Se instaló una rampa junto al chiquero para que los pilotos alcanzaran una altura bastante considerable y tomar contacto con el suelo, tras superar una lona hinchable, y llegar a la Puerta Grande.
Saltos que abarcaron toda la longitud donde está ubicado el albero. Antiguamente se utilizaban varios camiones para depositar una importante cantidad de albero y componer una meseta. Ahora, con las lonas hinchables las caídas acarrean menos consecuencias en caso de percance de algún piloto.
Como escenario una Plaza de Toros de El Pino que en el 2025 cumplirá 125 años de historia y que desde hace bastantes viene acogiendo distintos espectáculos no relacionados con la tauromaquia, que también se valora porque se la da otra utilidad. Es el caso del Freestyle, que en España está teniendo cada vez más aceptación. El empresario Carmelo García salió satisfecho de cómo había transcurrido este acontecimiento deportivo y social.
